Historia cancelada Glorious Blood Aclaraciones

[Sanxtv 218]

Por las botas creo que es uno de los dos xDDDDDDDDDD Cual no lo se D: y tampoco se que puede pasar.. me puedo imaginar algo pero no creo (es muy cruel por mi parte pensar esas cosas, pobre Moira xDDDDDDDDDDDDDDDDD)

Ya sabemos que Dante esta resentido porque le gustaba una bruja, pobre xDDDD Y creo que su madre también lo es... puede, no se... como dicen que la odian ><

[Merchedj 3.915]

Bueno, pues lo que dije ha resultado que fué así. Que a dante le hizo daño sentimentalmente una bruja. A ver si nos enteramos lo de la madre. Moira ha hablado más de la cuenta y espero que eso no la perjudique demasiado. La última frase de "estás aquí" imagino que se refiere a dante porque Edmun quedó en la habitación. Como siempre, buen capítulo y también como siempre, me he quedado con ganas de más. Espero que no tarde mucho el siguiente.

[Koredanu 877]

Me gusta ver como Moira se empodera de la situación, dentro de poco la jefa de la comitiva será ella. Yo también quiero saber que poderes tendrá y que será capaz de hacer, y espero que uno de sus futuros poderes sea poder callarse cuando la prudencia lo indique . Ya tengo ganas de leer otro capitulo más.

[YamiArashi 364]

A ver cómo hace ahora para convencerlos de ir al norte. Y a ver quién le bloquea el paso ahora. Yo creo también que es uno de los dos, me inclino por Dante... Pero ya veremos, y espero que sea pronto!!!!

[Eilhyn 1.082]

Desde luego, la madre es (o era) bruja, eso creo que está bastante claro. Yo quiero que haya lío e_e

[MissRenesmeeCullendeBlack 29]

Sabía que a Dante lo había herido una mujer y bruja además, la verdad es que me da pena… Me parece que la madre de Dante y Edmund es una bruja… Porque tal y como lo ha dicho, me ha dado toda la sensación. Yo creo que el que le ha cortado el paso es Dante, creo que a pasar algo entre los dos… o es lo que mi mente quiere que pase xD

[Aída_dc 249]

¿Pero por qué lo dejas ahí? ¿Por qué? ¡Necesito otro y más largoooooo!

Y a ver ahora qué pasa con Dante!!

[Ginevra 1.523]

¡Gracias!

Ya queda menos para el siguiente ;D

[Atenea 29]

¡Qué emocionante lo has dejadoo!

Yo creo que las piernas de la última foto son de Dante, pero no estoy segura.

¡Quiero ya el siguiente capii!

Editado 19 sep 2013 por Atenea

[Avenged 307]

Seguro que es Dante... Seguro que para el próximo cápitulo.. se aferrará más a Moira (o eso, o la mata xDDDD)

[Ginevra 1.523]

Capítulo 6

- Te debo la vida… ¿seguro? No… realmente me has maldecido con ella- masculló Dante con todo el dolor del mundo.

Estaba completamente borracho, a saber cuánto había bebido en más de media hora. Me miraba de un modo extraño, tenía muchos sentimientos y emociones juntos que ni él mismo podía controlar.

- Vamos a dormir- le insté, acercándome.

Me cogió de la muñeca fuertemente con la ira destellando en sus ojos. Me asusté un poco, pero sabía que no era peligroso ¿Cómo podía mi mente saberlo y a la vez estar asustada? No entendía algunas cosas que me estaban sucediendo.

- ¿Qué me has hecho?- preguntó en un susurro dolorido.

- Vamos, estás borracho, hay que dormir…

- ¿Qué-me-has-hecho?- repitió, apretando más fuerte.

- No sé a qué te refieres…

- Sí que lo sabes. Algo me hiciste cuando me curaste, algo…

Parecía confundido, intentando buscar una respuesta. Estaba seguro que le había echado una maldición.

- Dante… vamos a dormir, mañana se te pasará- le dije, intentando serenarle.

- ¡No! ¡No puedo dormir! No quiero… yo… sólo… no sé qué hacer… Quiero evitarlo, pero el impulso es más fuerte… que yo…

Decididamente estaba muy borracho. Estaba pensando en dejarlo ahí plantado y llamar a Edmund.

- Dante…

- ¡Tengo que irme!

- Dante escúchame…

- ¡No, no quiero evitarlo!

- Espera aquí mientras voy a por Edmund ¡Escúchame!

- ¡No lo comprendo!

- ¡Dante ya!

Al fin se quedó callado. Temía despertar a alguien, pero dejé de preocuparme por ello por cómo me estaba mirando Dante. Sus ojos eran hipnotizantes, me estaban llamando, no podía dejar de mirarlos.

Entonces Dante, con un veloz movimiento se plantó delante de mí, agarrándome con fuerza. Plantó sus labios con violencia en los míos.

Le aparté un poco, lo suficiente para poder hablar.

- ¿Qué haces?- le espeté.

Pero me volvió a agarrar. Era como una atracción, estaba completamente desatado, podía ver algo diferente en sus ojos… deseo.

Y lo peor era que yo también lo estaba sintiendo.

Dante me besaba como si no hubiera un mañana, como el primer bocado después de un mes sin comer. Y yo respondía igual ¿A qué venía esa reacción? ¿Por qué no soportaba la idea de separarme?

Dante bajó las manos por mi espalda, acariciándome con fiereza. Tenía un calor horrible, el vestido me abrasaba. Entonces me acordé.

- Ven- articulé en un susurro anhelante.

Lo guié lo más rápido que pude hasta el molino. Volví a abrir la puerta, lo empujé dentro y la cerré otra vez. ¿Qué estaba haciendo? ¡No podía hacer eso! ¡No tenía ningún sentido! ¿Por qué? ¿Qué me empujaba a ello? Tal vez de verdad había hecho un embrujo…

Me giré al notar las manos de Dante en mi cadera, deseoso de continuar.

No podía más, y él por tampoco, empezó a desvestirse, dejando su blanco torso al descubierto. Cuando lo curé no me había fijado mucho, pero ahora lo deseaba con toda mi alma, era casi irracional. Le acaricié mientras él me desataba el vestido y me besaba el cuello a la vez. Podía sentir su desesperación. Me di cuenta de que me estaba aprovechando, estaba borracho y no sabía lo que hacía, pero me dominaba una fuerza incontrolable. Bajé las manos hasta su pantalón, desatando yo también.

Al fin nos liberamos de las ataduras, Dante lanzó mi vestido lo más lejos que pudo y me ayudó a quitarle el pantalón. No pude evitar fijarme en él, era tan apuesto que por un momento me sentí azorada. Pero no me dejó contemplarle, se abalanzó sobre mí acariciándome, o más bien amasándome.

Me sentía delirar, sus manos me ardían y me provocaban más aún. Le agarré de los cabellos mientras me movía y sentía cómo él conseguía entrar en mí. Me sentí gloriosa, poderosa mientras Dante se desfogaba. Le oía respirar con dificultad, aunque yo no pude evitar gemir y clavarle las uñas. ¿Era normal nuestro comportamiento? Estaba segura que no, algo más había y no tenía a madre para preguntarle… Me avergoncé al pensar en ella en esa situación. Aunque Dante no me dejaba pensar con claridad, cada vez estaba más frenético, ya no me besaba, estaba concentrado en satisfacerse.

Me estaba sintiendo mejor que en toda mi vida, no quería que esa sensación de placer parara, no quería que Dante parase, pero el placer llegó a su cumbre, arqueé la espalda a la vez que gemía y Dante soltaba un grito casi inaudible.

Dante se dejó caer al suelo, respirando entrecortadamente. Me sentía plena, sentía mis poderes más fuertes que nunca, como si hubiese alcanzado el máximo. Entonces me di cuenta que había pasado la medianoche.

- ¡Es mi cumpleaños!- exclamé, aún con la voz cansada.

Dante no respondió. Me ladeé para contemplarle… ¡Estaba dormido! Ahora estaba tranquilo, relajado, aunque con unas gotitas de sudor en la frente. Sonreí, aunque sabía que no debería de haber pasado, o por lo menos de esa manera. ¿Qué pasaría cuando Dante despertara? No quería ni pensarlo…

Suspiré y me incorporé, tenía que vestirme, había pasado muchísimo tiempo desde que salí de la habitación, Edmund debería de estar preocupado, tal vez hasta buscándome. Deslicé el sucio vestido por mi cuerpo aún caliente, pero ya relajado. No podía dejar así a Dante, tenía que llevarlo conmigo, no era plan que Edmund lo encontrase ahí en ese estado. Al contemplarlo desnudo, tan indefenso, noté cómo mis mejillas se encendían. Cogí su ropa y me agaché a su lado para despertarle.

- Dante…- llamé, dándole empujoncitos en el hombro. Pero era difícil despertar a un hombre borracho- Dante… vamos despierta…

Le empujé más fuerte, casi se había despertado, parpadeaba y pasteaba. Sonreí otra vez y le empujé más fuerte.

- ¡Vamos despierta!

Al fin abrió los ojos, parpadeó unas cuantas veces, mirándome sin comprender. Entonces pareció recordar algo y miró para abajo, viendo su miembro viril al aire.

- ¿¡Qué has hecho!?

- ¿Cómo que qué he hecho? Querrás decir qué HEMOS hecho- enfaticé, tirándole la ropa a sus partes nobles.

Seguía adormilado, pero comenzó a vestirse mientras yo paseaba por el pequeño molino.

- No se lo digas a Edmund- gruñó.

- ¡Pensaba decírselo en cuanto lo viese! – ironicé, mirándole incrédula- ¿Cómo se lo voy a decir? ¡Nos decapitaría a los dos!

- Aún podría echarte la culpa a ti- masculló, poniéndose las botas.

- ¡Ah! ¡¿Ahora soy una bruja violadora?! ¡Termina de vestirte y ves a dormir la mona!- solté cabreada.

Dante no replicó, se puso el jubón y se dirigió a la puerta, pero estaba cerrada. Juntó el entrecejo, no comprendía por qué estaba cerrada. Me acerqué y repetí el proceso de apertura, ahora estaba viendo cómo lo hacía y no pendiente de besarme por todas partes.

Salimos al aire fresco, nos venía muy bien para despejarnos y así que Edmund no sospechara nada. Aunque el rubor constante de Dante podría pasar por su estado de embriaguez.

Entramos en la posada con el máximo sigilo posible. Aún se notaba que la chimenea había estado encendida.

Fuimos por el pasillo y abrimos la habitación despacio. No sabía qué esperar, si que estuviese Edmund o no.

Nos lo encontramos de bruces delante de la puerta.

- Vaya, hasta que aparecéis- soltó, parecía entre cabreado y aliviado.

- Me costó encontrarle- expliqué-, pero al final lo encontré en una tasca, está borracho, apesta a vino.

Dante no dijo nada, se dirigió a una cama y se dejó caer. Edmund arqueó las cejas, mirando a su hermano.

- ¿Ha bebido? ¿Él? ¡Sólo se emborrachó cuando descubrió lo de Rosa! –exclamó medio burlón.

- Pues ya ves- comenté, pensando que ahora mismo Dante querría estar dentro de una cuba bien llena.

- Venga, es tarde, tenemos que descansar, duérmete brujita, saldremos al alba.

- Edmund… ¿podríamos adquirir un vestido nuevo?- pregunté con cara de inocente, enseñándole las manchas de sangre y suciedad.

- Está bien, mañana te conseguiré uno- cedió, regresando a su silla.

- Gracias- dije, tumbándome en el lecho.

Nos quedamos en silencio, incluso estaba segura de que Dante roncaba un poco. Me preguntaba si realmente se acordaría de lo sucedido por la mañana. Yo me sentía feliz, no sabía bien por qué, pero lo estaba. No me sentía completa, porque había sido de una forma algo brusca y repentina, incluso tal vez Dante estuviera pensando en la tal Rosa…

Sentí que mi corazón se paraba ¿Y si era así? ¡Sería horrible! … ¿A qué venían esos pensamientos? ¡Era todo tan extraño! En ese momento sí me permití pensar en madre, ella a lo mejor tenía alguna explicación para todo lo que me estaba sucediendo, o tal vez iríamos a casa de tía Mirta a buscar respuesta ¿Por qué tenía que haber salido tan rara?

Intenté conciliar el sueño, escuchando la acompasada respiración de Dante, pero entonces me asaltó otra preocupación ¡¿Y si me quedaba en estado?! Abrí los ojos horrorizada, clavándolos en la espalda de Dante. ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡No podía quedarme embarazada! Me sentí terriblemente asustada, perdida ¡¿Qué iba a hacer?! ¡Mi madre era la experta en esos asuntos! Lo único que podía hacer era desear con toda mi alma no quedarme en estado de buena esperanza. Puse mis manos en mi vientre de manera natural, para que Edmund no sospechase si me veía, y pensé con todas mis fuerzas “Ahora no”.

* * *

Cuando abrí los ojos el cielo empezaba a clarear. Miré en derredor, viendo que Edmund no estaba y Dante miraba para la pared, sentado en una silla.

Me incorporé, haciendo crujir la cama. Dante no se giró, pero noté cómo se ponía en tensión. Me acerqué, sentándome enfrente de él.

- ¿Estás mejor?- inquirí, mirando sus ligeramente ruborizadas mejillas.

- No- farfulló, evitando mirarme.

- Cuando lo hicimos… ¿Pensabas en Rosa?- no sabía bien por qué pero eso me carcomía.

- ¡No lo mentes!- exclamó, mirando para la puerta, escandalizado.

- Pero respóndeme- insistí.

- ¿A qué viene eso?- seguía evitándome, estaba cada vez más colorado. Me estaba divirtiendo al verlo tan azorado.

- No te voy a maldecir más de lo que te estoy maldiciendo- repliqué, mirándole fijamente.

- ¿Me estás maldiciendo?- preguntó poniendo los ojos grandes como platos.

- Contéstame y yo te responderé.

Hubo unos segundos de silencio, hasta que al fin se decidió a hablar.

- No, no pensaba en ella- susurró, enfadado, sin mirarme.

- ¿No? ¿Entonces me atacaste porque te atraigo?- pregunté con una sonrisa ladeada.

- ¡No te ataqué!- espetó, volviendo a mirar la puerta.

- ¿A no? ¿Y cómo lo llamarías? ¡Casi me devoras!

- ¡No me has respondido!- evadió, tamborileando la mesa con los dedos.

- Te estoy maldiciendo porque por tu culpa a lo mejor puedo quedar preñada- solté.

Ahora sí que me miró, la mirada más aterrada que había visto en mi vida.

- Pero… eres bruja… podrás hacer algo- balbuceó, mirándome de arriba abajo.

- Lo estoy intentando evitar con todas mis fuerzas, y espero que no suceda, porque sino… Dante, tengo que ir al norte- le dije, esperanzada de que él convenciera a Edmund.

- ¿Qué?

- Tengo que ir allí, necesito respuestas para saber qué soy exactamente- hablé lo más seria y apremiante que pude.

- No podemos ir al norte, mi padre…

- ¡Ya lo sé!- le interrumpí, desesperada- Edmund me lo ha contado, pero es urgente ¿No lo comprendes?

- No, la verdad es que no.

Me dieron ganas de darle una bofetada, pero me contuve mordiéndome la lengua y mirando para la puerta.

- Iremos después de tu juicio.

- ¿Mi juicio? –repetí espantada.

- No te preocupes, conseguiré que no te pase nada. Contigo estoy cometiendo los mayores errores de mi vida y, como ya dije, mi vida te pertenece, así que conseguiré salvarte- aseguró, pero no me tranquilizó.

- ¿Salvarme? ¿Que normalmente que me harían? ¿Matarme? ¿Encarcelarme?

La puerta se abrió, entrando Edmund con algo en el brazo.

- Ah, perfecto, podremos partir ahora- comentó contento-. Toma, tu nuevo vestido.

- ¡Perfecto!- exclamé contenta, aunque algo consternada aún.

Ambos salieron mientras me cambiaba, me sentía mucho más cómoda con un traje limpio. Aunque necesitaba un baño urgente…

Salimos de la posada cargados con pan y dos jarras de leche para el camino hasta el próximo pueblo. El día era más fresco que los otros, ahora ya sólo íbamos hacia el oeste. Exactamente no sabía cuánto tardaríamos en llegar a la ciudad, pero estaba deseosa de verla, y cuanto antes llegáramos antes podría ir al norte, si Dante conseguía que no me matasen o encerrasen o lo que hicieran con las brujas. Si supieran que era inmune al fuego… me desmembrarían como mínimo.

Continuará…

[Camiii 2.345]

O.o lo que paso en el molino, en el molino se queda xD

no se si Moira actuó como poseída o en realidad deseaba lo que paso (creo que en el subconsciente si lo deseaba)

y bueno a esperar que ya quiero saber como le va en el juicio, que tanta influencia tiene Dante para ayudarla o si lograra obtener respuestas donde la tía Mirta

y ojala que preñada no este, aunque me temo que si :/

[Sanxtv 218]

Ai dio mio ._. Aquí ni una estaba obligada ni el otro estaba borracho, están más salidos que una mona y punto xDDDD ¿Además no dicen que los borrachos nunca mienten? Pues toma xDDDDDDDDD Me esperaba algo así pero que una de las partes se negase, así que me ha sorprendido e_e

No creo que este embarazada... eso seria llegar y besar el santo

Yo creo que Dante y Edmund son algo importante porque para poder evitar un castigo a una bruja con lo maniáticos que son todos ya se tiene que tener poder xDDD

[Avenged 307]

Pues a mí me da, que si la dejó embarazada xDD, igualmente... yo quisiera ver la cara que se le quedaría a Edmund si se entera de lo que pasó. XDDDDDDD

[Merchedj 3.915]

Ohhh, me ha encantado el capítulo, como los anteriores. No esperaba que pasara algo entre Dante y Moira tan pronto aunque se veía venir que se atraían. Espero que no vaya a tener la mala suerte de quedarse embarazada por una sólo vez que lo han hecho aunque quién sabe. Comprendo que dante esté cabreado por sus sentimientos hacia Moira después de lo que le pasó con Rosa. Espero ansiosa el siguiente capítulo pues cada vez está más interesante, aunque en realidad lo estuvo desde el principio.

[Koredanu 877]

Yo quiero que vayan al norte ya, quiero saber que es Moira, y también quiero saber que va a pasar con Dante y ella. Y espero que no esté embarazada aún, aunque es normal que tenga miedo, pobrecilla...

[TathySims 834]

muahahahaha estas fotos <3

Y l oque dice de se encorva la columna... ay omá xD

[Ginevra 1.523]

Gracias por los comentarios, me encanta lo que decís y ver si acertáis o no xD

Especulad especulad XDDD

[YamiArashi 364]

No, no nos dejes especulando y pon ya capi por diorrrrrrr Está demasiado interesante! Me encanta Dante, es tan rudo y cuco a la vez <3

[Hallmarley 100]

Ya me leí los últimos dos capítulos y anda, que fuerte xD me encanta que Dante, el hombre tan rudo, tenga sentimientos hacia Moira, a pesar de lo que le ocurrió en su pasado. Esto de los amores prohibidos me suena a tragedia, sigue prontooo!

[Eilhyn 1.082]

Dante es tan mooono jajaja si es que los machotes luego son los más sentimentales. Espero que Moira no se quede preñada por que no le convienw para nada :/

[Ginevra 1.523]

Aviso que he vuelto a poner todas las imágenes de los otros capis, que se habían caído^^

[Ginevra 1.523]

Capítulo 7

Caminamos días y días, por suerte el buen tiempo siguió acompañándonos, aunque uno se nubló pero no llegó a llover.

Dante evitaba mi mirada. Estaba segura de que a pesar de ir borracho recordaba todo, y eso hacía que de vez en cuando las mejillas se le ruborizasen.

A mí me pasaba algo igual, aunque saber que no había estado pensando en Rosa mientras estaba conmigo, me henchía el pecho de felicidad.

Estaba segura de que me decía la verdad, además que sabía que tenía como un cierto poder sobre él. ¿Y si de verdad le había hechizado? Pero… ¿Cómo? No había hecho nada a propósito, así que eso lo veía improbable.

Deseaba más que nunca ir a casa de tía Mirta, los días se me hacían eternos sólo con pensarlo. Sabía que allí hallaría respuestas, si antes no me explotaba la cabeza por el aumento de mis poderes. Podía casi siempre sentir el estado de humor de los que me rodeaban. En un par de ocasiones nos cruzamos con un pastor y un tendero, uno ofuscado y el otro contento. En más de una ocasión sentía mi cabeza dar vueltas por tanto cambio…

No volví a sacar el tema del norte, no tenía sentido pues no había opción de ir ahora. Por lo menos Dante había dicho que me acompañaría, así que podría llegar a casa de tía Mirta con un Caballero Azul. Esperaba que las brujas que hubiese allí no le atacasen antes de explicarnos…

- Edmund, deberíamos parar ya- comentó Dante, mirando la nuca de su hermano.

- Sí, estaba pensando en ello. Busquemos un lugar para descansar.

Ambos se internaron en el bosque, buscando un lugar protegido. Apenas tardaron cinco minutos en dar con el sitio idóneo. Nos sentamos entre unos árboles junto a una gran roca, desde allí podíamos vigilar el camino, pero los paseantes no nos verían.

- Tomad, compré al quesero este entero, tiene buena pinta- dijo Edmund, cortando trozos de un queso enorme curado.

- ¿No hay pan?- preguntó Dante, mirando el saco de la comida.

- No quedaban.

- Está bueno- dije, saboreando un trozo de queso.

- Pero con pan todo es mejor- gruñó Dante.

-Y más con una buena moza al lado- dijo Edmund, quedándose pensativo.

Dante se puso en tensión, me dieron ganas de darle un bofetón para que se estuviera quieto, pero eso habría llamado la atención de su hermano.

- ¿Falta mucho para llegar?- pregunté, cambiando de tema.

- Pues si no tenemos ninguna complicación, deberíamos llegar pasado mañana como muy tarde, aunque me hubiese gustado dormir ya mañana en casa- respondió Edmund, olvidándose de las mozas.

- ¡¿Pasado mañana?! ¡¿Al fin?!- exclamé, jubilosa.

- Sí, si todo va bien.

- Edmund, no creo que pase nada como para retrasarlo, solo podemos adelantarlo, si apretásemos un poco el paso tal vez lleguemos mañana por la noche- insistió Dante.

- ¡Yo no me canso!- recordé. Como si tuviera que ir corriendo hasta llegar a la ciudad, me daba igual, sólo quería llegar ya.

- Tu no, pero nosotros sí- masculló Dante.

-Está bien, reponed fuerzas ahora, dormid un rato, haré guardia- anuncié, poniéndome en pie y cogiendo otro trozo de queso.

No protestaron, tardaron un minuto casi en darse cuenta de que lo decía en serio. Dante no dijo nada, se tumbó sobre la hierba y cerró los ojos. Edmund estaba algo más reticente, pero al final imitó a su hermano.

Me alejé un poco, pensaba ir dando vueltas y no quería molestarles. Observé el sol para controlar el tiempo. Controlar… no se podía, por desgracia. Podía ver lo que iba a suceder, pero era incontrolable. Lo que había pasado, pasado estaba. Lo que iba a pasar, pasaría. Irrevocablemente.

La ciudad… estaba tan cerca al fin que no me lo podía creer, o mejor dicho aún no me quería hacer ilusiones. ¿Y si no llegábamos por cualquier motivo? Sacudí la cabeza, quitando ese pensamiento negativo de mi mente.

Decidí intentar predecir lo que pasaría. Miré mi entorno, pero no había nadie más, nadie se acercaba por el camino ni entre la arboleda.

Cerré los párpados, concentrándome en la oscuridad lo más que pude. Noté, al cabo de unos segundos de máxima concentración, como si un fluido recorriera mi cerebro, como una corriente agitada y lo vi: Estábamos en lo que parecía un calabozo, yo en la celda y Dante hablándome a través de los barrotes.

- ¿Cuánto tiempo me tendrán aquí?

- Sólo hasta que se haga la revisión.

- ¿Revisión? ¿Qué revisión?

- Para certificar que eres bruja, y después…

- ¡Después me condenarán sin opción a salir de aquí! ¡No voy a poder ir al norte! ¡Me has engañado!

Abrí los ojos de sopetón asustada. No quería saber más, sólo había una cosa que caracterizaba a todas las brujas y que teníamos que esconder, a parte de la magia. Si me hacían esa observación estaría condenada sí o sí, por mucho que Dante o Edmund dijesen no podrían salvarme, el temor a las brujas era mucho mayor que la palabrería de unos jóvenes.

No sabía qué hacer, si huir ahora al norte o despertarlos y convencerlos de no ir a la ciudad. No veía con muchas posibilidades ninguna de las dos.

Me acerqué a Dante, que ya estaba dormido, y le empujé con el pie.

- Dante despierta- susurré, dándole con la punta del zapato.

- ¿Qué pasa? ¿Viene alguien?- preguntó, incorporándose rápidamente y mirando a ambos lados.

- No, pero he tenido una visión- dije intentando captar su atención.

- ¿Una visión? ¿Y?

- Dante, no podemos ir a la ciudad, me condenarán, me encerrarán en un calabozo y me harán… lo que le hacen a las brujas para certificarse de que lo son.

- Pero… tenemos que ir, no hay otra opción y lo sabes- insistió.

- ¡Y tu sabes que podemos ir al norte! Mataremos a todos los que se nos crucen en el camino intentando impedir que vivamos, pero a la ciudad no podemos ir.

- Ni hablar- soltó Edmund, levantándose y acercándose a su hermano.

Me quedé contemplándolos y pensando en otra solución, aunque no era la que más me gustaba.

- Muy bien, pues vosotros regresáis y yo me voy al norte. Como si nunca nos hubiéramos cruzado- propuse cruzándome de brazos.

- Estaría bien… si no hubiéramos mandado ya un mensaje a nuestro padre diciendo que volvíamos- dijo Edmund.

- ¿Y?

- Que se lo mandamos cuando de capturamos, y le dijimos que veníamos con una bruja- terminó Dante por su hermano.

Me quedé callada. Realmente no había otra opción que escapar de ellos. Hice como que me serenaba y que reflexionaba, pero estaba pensando cómo y cuando lo haría. Tendría que aprovechar esa confianza que me habían cogido sin levantar sospechas.

- Está bien, espero que sepáis qué decirles para que no me condenen, sino sí que os maldeciré para el resto de vuestras vidas- les amenacé, entornando los ojos.

Asintieron sin decir nada, eso parecía haberles dado respeto, así que prefirieron no replicar.

No habían dormido casi nada, pero decidieron continuar la marcha, ahora mucho más silenciosa.

¿Y si me equivocaba? ¿Y si realmente no iba a suceder eso? ¿Y si después ocurría otra cosa que me salvaba? Tenía que cerciorarme, pero estaba muy nerviosa y no me daba concentrado. Y más caminando, pero no podía parar ¿Qué me pasaba? Estaba harta de las cosas extrañas que me sucedían, los sentimientos y emociones, los actos y la magia que fluía de mí sin hacerlo adrede, sin entender porqué.

Anduvimos toda la tarde y gran parte de la noche hasta llegar a un pueblo, ya viéndose el horizonte clarear. Me gustaba caminar de noche, era relajante con todo tranquilo y caminar a la luz de la media luna.

Eso me trajo viejos recuerdos. Cada cumpleaños mío íbamos a cenar al bosque, cerca de casa, pero era agradable celebrarlo de manera diferente.

Ahora que había cumplido veinte años me sentía más sola que nunca.

Entramos en el tranquilo pueblo, aunque más que un pueblo era una aldea con cuatro casas. Dudaba que ahí hubiese una posada…

Noté que ellos titubeaban, seguramente pensando lo mismo que yo.

- Me conformo con tumbarme directamente en la paja- masculló Dante, encaminándose a las casas.

Edmund y yo le seguimos, poco convencidos. Buscamos por las casas algún cartel que nos informara de algo, pero como era obvio, ahí no había ninguna posada.

-¿Qué hacemos? ¿Seguimos?- inquirí, mirando a ambos.

- Ni loco- respondió Dante, dando la vuelta a una casa.

- No, descansaremos por aquí. En nuestra ruta, si no me equivoco ya no hay ningún pueblo con posada, tendríamos que desviarnos.

- Podríamos seguir un poco más, tal vez haya un sitio donde resguardarse- aventuré, mirando al otro lado del camino oscuro.

Dante reapareció detrás de una de las casas. Cuando estuvo a nuestra altura susurró:

- Ahí hay paja seca, podemos tumbarnos, está resguardado y algo alejado de la casa.

- Pero en un par de horas o tres ya habrá movimiento por aquí- dije, mirando las puertas de las casas.

- Con un par de horas nos llega- sentenció Edmund.

Dante se giró sin decir nada más y Edmund le siguió. Suspiré y les seguí hasta una de las casa más alejas donde tenían un pequeño cobertizo con baja. Estaba puesto de manera que no se les veía desde ahí si se tumbaban. Se dejaron caer en la paja, aunque en sigilo, no querían llamar la atención de los vecinos.

- ¿Duermes brujita?

- No, haré guardia por si acaso, ya tendré tiempo de dormir en la celda…- refunfuñé, sentándome en el suelo.

No dijeron nada más, se concentraron para dormir o al menos descansar. Confiaban en mí, creían que no me escaparía ahora que les necesitaba para ir al norte. Confiaban en mí…

Me quedé completamente quieta, esperando el momento de escuchar un ronquido. Pero ¿Y si uno de los dos no se dormía del todo? ¿Y si se imaginaban que trataría de huir?

Esperé, pensando en qué estaría haciendo madre, si habría llegado ya a casa de tía Mirta o estaría intentando seguir mi rastro antes de reunirse con ella. También me di cuenta de que estas últimas semanas, desde antes de separarme de madre, no paraba de hacerme preguntas, pregunta tras pregunta y no tenía ninguna respuesta. Bueno sí, la única era que madre estaría bien y que nos reencontraríamos en algún momento.

Un ruido me sobresaltó. Me quedé más quieta que una estatua, completamente inmóvil, no respiraba. El sonido había provenido del bosque, seguramente sería algún animal nocturno… Pero no lo volví a oír. Me di cuenta de que los chicos no se habían inmutado. Les miré, respiraban acompasadamente, incluso si me concentraba más podía oír una respiración más fuerte, casi un ronquido.

Era el momento de escabullirse.

Me levanté con cuidado, pensando una excusa por si realmente estaban despiertos, pero estaba tan nerviosa que no se me ocurría nada. Una vez de pie me quedé quieta otra vez, sin poder despegar la mirada de ellos.

Di un paso atrás sin voltearme, poco a poco alejándome sin que se dieran cuenta. Me di la vuelta cuando estaba a unos cuantos metros de ellos, andando más rápido aunque ligera como un gato. Cuando me interné en el bosque llevando el corazón en la garganta, eché a correr como una loca sin mirar atrás.

No me detuve ni reduje la velocidad. Esquivaba raíces, evitaba las ramas que sobresalían, saltaba rocas, arbustos, charcos, todo lo que se interpusiera en mi camino. No me detuve…

No sé exactamente cuánto recorrí, pero el cielo se volvió violeta, luego rosáceo, después amarillento y al final se tornó azulado, dejando el sol brillar con fuerza.

No podía ir por el camino, ellos me buscarían y no podía permitirme encontrar tan fácilmente.

Había planeado ir a la ciudad igualmente, mi punto de partida era ahí, necesitaba encontrar una bruja.

Sí, era muy arriesgado, pero era la única solución. Edmund y Dante estarían seguros de mi marcha al norte y sabían que era prácticamente un suicidio ir a la Gran Ciudad, pero no pensaba estar mucho tiempo asentada allí. Un par de días buscando rumores sobre brujas por la zona y, si no encontraba nada, me iría pronto hacia el norte aunque fuese completamente a ciegas.

La primera vez que dejé de correr, una vez salido el sol, me senté en una roca llena de musgo y me concentré en la visión otra vez. Quería cerciorarme, pero no lo conseguía, mi mente estaba completamente bloqueada.

Más nerviosa aún, reanudé mi caminata.

No sabía a cuanto estaba de la ciudad, ni si iba en buen camino, así que me arriesgué a ir por la senda por si pasaba alguien poder preguntar.

Pero no pasó nadie, así que me volví a mater en el bosque sin perder de vista el camino.

Estaba muy frustrada y algo asustada, mis poderes no me servían de mucho en ese estado. Quería llegar ya, así que volví a correr siguiendo el camino hasta encontrar una señal que me guiase.

Estaba segura que faltaba poco para conocer más cosas sobre mí… a lo mejor me encontraba con tía Mirta en la ciudad junto a madre. O tal vez desarrollaba otro poder… Lo único que sabía era que esa sensación de alarma estaba ahí, avisándome.

Continuará…

Editado 27 sep 2013 por Ginevra

[Avenged 307]

En la primera imágen... La cara de Moira y Dante, son tan lol xDDD

& por fin Moira se decide por huir... que ya era hora... Ayyy..

Espero que si la encuentran, no pase lo que vió ella D: pobrecitaaa.

Por cierto, qué lindito salió aquí el hermano tontín xD:

No tardes en subir el próximo caaapi ! qué quiero ver que pasa ahora que se fué !

[Koredanu 877]

Moira al fin se ha escapado...la verdad es que me muero de ganas de que llegue al norte y saber más cosas, tengo que reconocer que tengo mucha curiosidad por saber de sus "particularidades".

Yo también te pido que no tardes mucho en subir otro...