ImagineRe

Historia cancelada ---SIN ROSTRO---

49 posts en este tema

Publicado (editado)


¡Hola!

Antes de nada, me presento, ya que es la primera vez que escribo en este foro :D Mi nombre es Raquel, mi nick ImagineRe y... Aquí os dejo mi primera historia. Comenzaré por el primer capítulo... Espero que os guste.

Capítulo 1 ----Dave----

Faltaban cuatro días para que el plazo finalizara, pero Duncan, uno de los mafiosos más temidos del país, no aguantaba más; llevaba días pensando que lo más sensato era adelantar el esperado fin, pues la víctima se negaba a hablar y con aquel revuelo que estaba causando el secuestro había descuidando los demás encargos. Revisó unos últimos documentos e hizo pasar a su fiel secretaria, Emily. Ésta entró con paso lento, asintiendo con la cabeza a modo de saludo a los gemelos Brigton, los guardaspaldas de Duncan, dos mamotretos fuertes y anchos como armarios, que no se separaban ni un solo segundo de su superior.

978767_SWNLPTPWNIQMPVB.jpg

-¿Tienes el nuevo encargo, pequeña? -habló Duncan con ese característico tono de voz capaz de erizar el cabello a cualquiera.

Emily asintió, entregándole una carpeta color ocre.

-¿Dónde está Dave? -preguntó hojeando la carpeta.

Emily señaló a su derecha. Un chico de cabello oscuro y ojos claros, ajeno a lo que estaba ocurriendo en el despacho, observaba el chasquear de la madera en la chimenea mientras pensaba en lo triste y patética que era su vida.

978771_HLTPQNXCHCFYOKL.jpg

-¿Quiere que le avise? -preguntó en un susurro Emily.

Duncan negó con la cabeza haciéndola marchar y fijando su mirada en Dave.

Éste era uno de los empleados más eficientes de la empresa de Duncan. Su padre le había llevado y presentado como su sustituto, ya que éste sufría un terrible cáncer y tenía que alejarse del trabajo. Había argumentado que se trataba de una "joven promesa" y que en el interior de Dave no había espacio para la compasión ni la piedad, así que era perfecto para el puesto. Duncan había aceptado al muchacho como ofrenda al fiel servicio de su padre.

978863_HYUTGEADPRNDJBW.jpg

Duncan revisó los documentos que había en el interior de la carpeta ocre, dibujándose en su rostro desgastado por las drogas una pequeña sonrisa de satisfacción.

-Esto será fácil, muy, muy fácil... ¡Dave!

Éste no respondió, seguía completamente absorto con la mirada perdida en el fuego. No entendía por qué seguía trabajando para Duncan, le odiaba.

-¡Dave!

El eco de la voz de su jefe se coló en su oído, haciéndole volver a la realidad. Se separó del fuego y acudió a la mesa en la que Duncan permanecía bien serio mirando la carpeta con el nuevo encargo.

-Quiero que te la cargues -habló directo clavando su mirada en la de Dave -no tenemos más tiempo.

978777_RSPDBSNPKHVPSXK.jpg

-La orden era para el 16 de marzo, aún estamos a 12. Hoy hablará, estoy seguro.

-Esa zorra no va a soltar nada -lanzó la carpeta ocre encima de la mesa, dibujándose en su rostro una leve sonrisa -Nueva tarea.

-¿Quién es? -preguntó mirando inexpresivo la carpeta.

-Elizabeth Keller, hija de Jhonson, el cabrón que denunció al juez Gonsel. Toda la información está ahí -añadió señalándola -después de acabar con la otra, quiero que te dediques de lleno a este caso, nos pagarán una millonada.

-¿Qué hago con el cuerpo? Quedé con los del furgón para que se la llevaran el 16 de marzo, no el 12 -se quejó con mala cara.

-Tú sabrás. Para algo te pago, ¿no crees?

Dave asintió con el rostro tenso, recordando una y otra vez que si se lanzaba contra Duncan, él iba a ser el único perjudicado, ya que los malditos gemelos no tardarían ni un segundo en rajarle la garganta. Así pues, Dave se dio la vuelta y se marchó con paso lento.

978791_CDCPTOFHPMCTYJD.jpg

Al pasar por el despacho de Emily, ésta le hizo parar lanzándole una bola de papel desde la mesa en la que estaba trabajando. Dave la miró sin comprender, reparando en su rostro angelical. Era hermosa. No entendía cómo alguién así había acabado en un lugar como ése, junto a la panda de mafiosos que conformaban todos los empleados de Duncan, incluído el propio Dave.

-Dave, el nuevo caso...

-¿Qué? -masculló con mala cara.

-Ten cuidado.

979103_FMQDCIPXPHXUVPJ.jpg

-¿Acaso conoces a Elizabeth Keller? -preguntó extrañado.

Emily bajó la mirada.

-¿Qué ocurre?

-He oído cosas, Dave... Cosas horribles de esa familia.

-¿Y qué es lo que nosotros hacemos? ¿Obras de caridad?

No dijo más, agarró con fuerza la carpeta ocre que le había cedido su superior y se marchó a la vieja fábrica de conservas, en donde estaba capturada Nines Braid desde hacía tres semanas.

979110_BGKDTVBGRROPNDR.jpg

Editado por ImagineRe

    Share this post


    Link to post
    Compartir en otros sitios

    Publicado


    Muevo el tema a general de Galeria de fotos.

      Share this post


      Link to post
      Compartir en otros sitios

      Publicado


      ¡Me ha gustado! Es muy interesante^^. Espero el próximo capítulo ;) .

        Share this post


        Link to post
        Compartir en otros sitios

        Publicado


        Se ve muy interesante! Sigue por favor! ;D

          Share this post


          Link to post
          Compartir en otros sitios

          Publicado


          Que interesante, me ha gustado como has empezado la historia, has conseguido engancharme

          Sigue pronto!

            Share this post


            Link to post
            Compartir en otros sitios

            Publicado (editado)


            Ay! Muchas gracias por los comentarios! Sigo con el primer capítulo!

            Llegó en tan solo cinco minutos, ya que se encontraba a escasos metros de la empresa clandestina de Duncan. Agradeció que el frío estuviera aminorando, ya que los días gélidos le ponían de mal humor.

            Entró calmadamente y allí vio a Nines, llorando como de costumbre, acurrucada en un sillón roñoso.

            Miró a su alrededor y una sensación de ahogo invadió su interior; el goteo de una vieja tubería hacía eco en las desgastadas paredes, el olor a putrefacción reinaba por cada esquina, y la tenue luz le daba a todo un aspecto desgastado, sucio y desolador.

            -No puedo más… -gimió Nines tapándose el rostro con las manos.

            Dave no sintió absolutamente nada. Lo único que le molestaba de matarla ese día era el hecho de tener que deshacerse del cuerpo él mismo.

            981579_CPXWFNMTQSOCGNG.jpg

            Se acercó a la chica y observó inexpresivo su rostro, reparando en las heridas que el propio Dave le había causado. Llevaba tres semanas encerrada en ese tugurio, recibiendo día tras día palizas e insultos, siendo interrogada a todas horas y sin más compañía que sus propias lágrimas.

            -¿Hoy vas a hablar? –le preguntó Dave con voz ronca.

            -No tengo nada que decir –gimió al sentir arder las heridas.

            -¿Quién fue el que mató a tu padre? No tiene sentido que le encubras. Finalmente le encontraremos y nos desharemos de él.

            981581_ISAPPGMWJQWWXGN.jpg

            Nines levantó dolorida la mirada y echó de nuevo a llorar. Reparó en que esta vez Dave iba con el rostro descubierto, había llegado la hora.

            -Ese hombre solo quería protegerme… –habló entre susurros –Mi padre merecía morir. Era un asesino. No sentía nada por nadie, ni siquiera por mi madre… Fue capaz de matarla con sus propias manos… –su voz se quebró.

            Dave respiró hondo, sintiendo cómo una herida profunda se abría en su interior. Entendía la ira por su padre, él la había sentido. Sin embasrgo, el trabajo era el trabajo, y había llegado la hora de matarla. Sabía que aunque le dijera el nombre del asesino de su padre, y traidor de la empresa de Duncan, la iba a matar, así que no debía demorar aquello mucho más.

            981583_BGXFBUEAPLASOLP.jpg

            -Solo necesitamos un nombre y todo habrá acabado.

            -¡Me salvó la vida llevándose la de mi padre! ¡¿No lo entiendes?! Si acabáis con él, acabaréis con mi vida… –sollozó cubriéndose el rostro –yo… no podría… condenarle.

            Dave lo entendió todo. Habían hecho falta tres semanas y mil patadas en las costillas, pero finalmente tenía lo que necesitaba. Era alguien cercano a ella. Unas cuantas investigaciones y tendría el nombre del traidor, el cabrón que había matado con saña a la mano derecha de Duncan.

            981599_INFPKTCDDXTKUGW.jpg

            -Levántate –habló dándole una patada al sillón.

            Nines se levantó cubriéndose asustada la cabeza.

            -No necesito más. Me has dado todo lo que quería.

            -No… No… –gimió derrotada.

            Dave sacó la pistola y le apuntó a la garganta con expresión serena. Nines levantó las manos inconscientemente.

            -Admítelo. ¿Ibas a durar mucho más? Tu madre muerta, tu padre muerto, con un trabajo de mierda, sin un puto duro… –se descubrió hablándose para sí mismo –lo mejor que te puede pasar es… morir –bajó sin quererlo la mirada sintiendo una extraña presión en el pecho –no tienes… nada…

            981584_KTTTCADKDTKWGIJ.jpg

            -¡Le tengo a él! –gritó entre lágrimas.

            Dave no quiso escuchar más. Entrecerró los ojos y apretó el gatillo con el corazón completamente sereno, como si aquello fuera el pan de cada día. Al fin y al cabo llevaba 6 años trabajando para Duncan; había torturado a más de 100 personas y había llevado a la tumba a la mitad de ellos. Nines era una víctima más.

            981586_AXVWWIBEKOVLCAP.jpg

            Vio el cuerpo desplomarse en el suelo sin sentir un ápice de remordimiento. Definitivamente no tenía sentimientos. Se acercó a ella con paso lento y observó en silencio la escena; cómo la camiseta de la víctima se teñía de sangre y cómo el suelo se cubría del mismo líquido granate. Era triste, sí, pero ya no lo sentía, era incapaz de llorar, o arrepentirse o sentir compasión. Ya era tarde para eso.

            Arrastró el cuerpo al exterior, cogió un bidón de gasolina y lo derramó por encima. Prendió una cerilla y la lanzó contra la víctima. Todo había acabado.

            981587_UAKTHGBBDSQCVBP.jpg

            Capítulo 2 ----Elizabeth----

            Estaba harta. No podía más. Odiaba a la señorita Van Herden, una estúpida profesora que, según la joven Elizabeth, la tenía manía. Era una de esas personas que parecen enfadadas con el mundo entero y que, para colmo, lo pagan con la gente de su alrededor. Ella no estaba dispuesta a aguantar sus malas pulgas. Por supuesto que no.

            Entró en casa esperando encontrar a su padre, pues hacía dos días que no le veía, y le echaba de menos. Elizabeth adoraba al señor Keller, y no podía aguantar más de una semana sin verle, lo cual era difícil ya que, por cuestiones de trabajo, se pasaba la mayoría del tiempo viajando de un lado a otro.

            -¡Lidia! –llamó a gritos a su hermana.

            981610_DDCVYJCTUHXWTAB.jpg

            Nadie contestó. Aunque no era muy difícil adivinar dónde estaba; si no se encontraba en el estudio posando tras los fotógrafos, estaba en la piscina tostándose al sol. Elizabeth salió al jardín y allí la vio. Para su sorpresa, no estaba vagueando, estaba leyendo el periódico.

            -Debería inmortalizar este momento ¿Lidia Keller leyendo la prensa? –vaciló con una sonrisa de oreja a oreja.

            -No estoy para bromas estúpidas de las tuyas –habló molesta –Margot me ha llamado hoy histérica perdida diciéndome que por fin habían publicado las nuevas fotos de la campaña de bikinis.

            -Bueno, eso es una buena noticia.

            -¿Buena? ¡Salgo horrible! ¡Mi pierna parece una maldita pata peluda!

            981611_GHRTXOVXBTWAJNQ.jpg

            Elizabeth soltó una carcajada.

            -Por fin te sacan tal y como eres. Es perfecto.

            -Cállate –exclamó mirando asqueada la foto del periódico.

            -Bueno, ¿y papá? ¿Ha llamado?

            -Sí, que se queda una semana más allí –pasó las hojas del periódico sin prestar demasiada atención –al parecer el negocio en China está yendo mejor de lo que esperaban. Eso o que se ha echado una nueva novia.

            Elizabeth no dijo nada. Sin embargo, aquello le hizo rabiar por dentro.

            -Últimamente pasa mucho tiempo fuera de casa, ¿no crees? –levantó una ceja haciendo arder a su hermana –El otro día cuando me despedí de él, advertí olor a perfume de mujer…

            981616_NFXPVEXWWPYJFDX.jpg

            -Cállate. Papá no está con nadie, me lo habría dicho.

            -¿Tu crees? –volvió a arquear la ceja, ésta vez mirando a su hermana con una pequeña sonrisa burlona.

            Elizabeth comenzó a darle vueltas al asunto y reparó en que hacía cuatro semanas le había visto acompañado de una mujer mucho más joven que él, la cual tendría no más de 27 años. Cuando le preguntó por ella, él esquivó el tema haciendo alusión al nuevo corte de pelo de Elizabeth.

            -Bueno, ¿qué? ¿Te vas a quedar ahí de pie todo el día? –la voz de Lidia la hizo volver a la realidad. Se metió en casa, dejó los libros encima de la mesa, y se marchó a dar una vuelta.

            981621_NGHYJUKKEXHHFYJ.jpg

            Editado por ImagineRe

              Share this post


              Link to post
              Compartir en otros sitios

              Publicado


              Sigue siendo interesante. Pero qué insensibles son los hombres esos. No sé, pero creo que Dave se acabará arrepintiendo...

              Sigue pronto porfa!

                Share this post


                Link to post
                Compartir en otros sitios

                Publicado


                Como dice Amanda, sigue estando interesante^^. Me ha dado mucha pena Nines. Pobre Elizabeth, la que le espera. Espero el siguiente capítulo^^.

                  Share this post


                  Link to post
                  Compartir en otros sitios

                  Publicado


                  Te felicito por tu hisoria, esta todo muy bien narrado, el argumnto es intrigante y los sims muy guapos. Lo único que podría acotar es que las imágenes estás un poquito pequeñas, pero eso es un detalle :)

                  Ya quiero ver que pasa después y que tiene que ver Elizabeth con Dave, o cómo se conocen :o

                  saludos :D

                    Share this post


                    Link to post
                    Compartir en otros sitios

                    Publicado (editado)


                    Muchísimas gracias por los ánimos! Me alegra que os esté gustando^^ Espero que siga siendo así... Y ay! Marissa! muchas gracias por avisar de lo de las fotos, no me había dado cuenta de que no estaban al tamaño máximo! Estoy en la parra jajajaja :P

                    Bueno, continuo con el segundo capítulo!

                    Cuando Elizabeth iba a cruzar la calle, el eco de unos pasos le hizo dar un respingo. Se dio la vuelta asustada y se encontró frente a Luca, el secretario de su padre.

                    -Joder, Luc, ¡qué susto me has dado! –Protestó dándole un codazo –¿Qué haces por aquí? ¿No estabas en China con mi padre?

                    -Eli... Ha ocurrido algo.

                    Elizabeth sintió el corazón encogerse.

                    snapshot_5932448e_994d0486.jpg

                    -Es... tu padre... Ha... sufrido un infarto.

                    Abrió los ojos horrorizada.

                    -¿Cómo...? ¿Qué ha pasado? ¿Está bien?

                    -Está en observación. No nos dicen mucho, solo que se está recuperando...

                    -Pero, ¿y qué hacéis aquí? Ayer estabais en China... No lo entiendo... –habló sin apenas voz y bajando la mirada.

                    snapshot_5932448e_194d0128.jpg

                    -Hubo... un cambio de planes... –miró incómodo a otro lado –Cogimos un vuelo para poder acudir a una reunión esta mañana. Tu padre estaba hablando con el jefe de la otra empresa y de repente... Se desplomó.

                    -¿En qué hospital está?

                    -En el Luz Vallejo, en el centro. Te acompaño.

                    -No, no –le paró bien seria –voy yo sola. Nos vemos allí...…

                    snapshot_5932448e_f94d0430-1.jpg

                    Elizabeth cogió el primer taxi que pasó por delante de ella y llegó al Hospital Luz Vallejo, lo antes que pudo, y con el corazón en la garganta. Se temía lo peor.

                    Al llegar a la planta en la que se encontraba su padre, halló sentada en la sala de espera a su hermana, que movía nerviosa el pie creando un estrepitoso ritmo; y a Luca, que miraba a la nada a través de los grandes ventanales.

                    -¡Lidia! –exclamó Elizabeth con una nota de angustia en la voz.

                    Las dos hermanas se fundieron en un abrazo.

                    snapshot_394d0a52_394e2fe5.jpg

                    -¿Le has visto?

                    Lidia negó cabizbaja.

                    -Pero no te preocupes, Eli –habló consolando a su hermana –he hablado con la enfermera y me ha dicho que papá está fuera de peligro, que lo único que necesita es descansar.

                    -Pero, ¿y no podemos entrar a verle?

                    -Me temo que no –habló Luca a sus espaldas –está muy débil...

                    snapshot_394d0a52_d94e301f.jpg

                    Elizabeth se apartó de ellos enfadada. Levantó la mirada y advirtió a una chica con expresión nerviosa frente a la sala en la que se encontraba su padre. Reparó en sus dos grandes ojos azul cielo, su cabello negro y su cuerpo esbelto, y supo al instante de quién se trataba. Era la mujer que había visto cuatro meses atrás junto a su padre.

                    -Su maldita amante... –se dijo cerrando las manos en puños.

                    snapshot_394d0a52_794e2ff2.jpg

                    Se dio la vuelta y agarró con fuerza el brazo de Luca.

                    -¿Qué hace ella aquí?

                    -¿Qué dices, Eli? ¿Ella quién? –apartó con confusión la mano que agarraba su jersey.

                    -La amante de papá.

                    Luca miró a la joven que Elizabeth señalaba sin vergüenza alguna. El rostro de Luca perdió color y sintió cómo su cuerpo se quedaba sin aire.

                    snapshot_394d0a52_b94f62cb.jpg

                    -Eli... Ella... No...

                    -¿Qué pasa? Ah, sí, que es la enfermera, ¿no? –añadió irónicamente.

                    Luca negó con la cabeza, viendo caer dos gotas de sudor frío por su frente.

                    -Deberías... Hablar mañana con tu padre. Será mejor que te lo explique él...…

                    Elizabeth frunció el ceño sin entender a qué venía todo ese misterio.

                    -¿De qué va todo esto, Luca? –protestó alejándose de él y dirigiéndose enfadada a la chica de cabello azabache.

                    snapshot_394d0a52_b94f63e0.jpg

                    -¿Cómo tienes la cara de plantarte aquí? –habló a la joven con agresividad.

                    -Elizabeth yo... Lo siento… –musitó cabizbaja.

                    -¿Que lo sientes? –soltó una escandalosa carcajada –¡JA!

                    -Yo no quería que os enteraseis así, de verdad... Pero necesitaba saber cómo estaba...

                    -¿Y no pensaste que a sus hijas no les haría ni pizca de gracia encontrar aquí a la amante de su padre?

                    snapshot_394d0a52_794f6427.jpg

                    -¿Amante? –repitió extrañada.

                    -No te molestes en negarlo, perderías el tiempo.

                    -Pero... es que no lo entiendo...

                    -No te hagas la tonta, está muy claro.

                    -¿De dónde has sacado todo eso Elizabeth?

                    snapshot_394d0a52_994e3316-1.jpg

                    -¡¿Cómo que de dónde he sacado eso?! –repitió ésta volviendo a enfurecer –¡Tendrás cara!

                    -Pero es que no sé de qué me hablas.

                    Elizabeth arrugó la frente sin comprender la repentina ignorancia de la joven.

                    -¡Esto es increíble! –exclamó soltando un pequeño bufido.

                    -Es que... Yo... Yo no soy la amante de tu padre, Elizabeth –habló cabizbaja –Yo... –levantó la mirada con miedo –Soy... Su hija.

                    -¡¿Cómo?! –exclamó sintiendo cómo todo su cuerpo se paralizaba –Su... Su hija... ¡¿Su hija?!

                    snapshot_394d0a52_594f64a3.jpg

                    Todos los que esperaban en la sala se dieron la vuelta y miraron incrédulos a las dos jóvenes, que permanecían en silencio; una con el rostro desencajado y la otra sin saber qué decir para arreglar el lío que acababa de montar. Elizabeth sintió cómo la sangre se le acumulaba en el cerebro y cómo las lágrimas pedían a gritos salir al exterior. Al ver que no se podía controlar, se dio la vuelta y se marchó corriendo bajo la mirada de todos los allí presentes.

                    Capítulo tres ---- Joy ----

                    Al ver cómo Elizabeth se marchaba en total estado de shock, Joy decidió irse a casa. Se sentía realmente mal. Le había prometido a su padre que esperaría a que él se lo contara, pero se había visto obligada a ello... No podía dejar que pensaran que era su amante.

                    Nada más entrar por la puerta, el teléfono comenzó a sonar.

                    -¿Hola?

                    -Joy –habló un hombre sin apenas voz –soy yo.

                    snapshot_5932448e_b94f3fae.jpg

                    -¡Papá! ¿Cómo estás? Pensé que te habían dicho que descansaras...

                    -Y así es, pero necesitaba decirte algo.…

                    -Y yo... Ha pasado algo...

                    -Ya habrá tiempo para eso, Joy –la cortó agitado –es importante que me escuches.

                    Joy guardó silencio y escuchó con atención, temiéndose lo peor.

                    snapshot_5932448e_794f4cfd.jpg

                    -Nos han descubierto. Saben que les estamos investigando. El médico me ha dicho que no ha sido un infarto al corazón... Los muy cabrones me han envenenado.

                    -¡¿Qué?! –Exclamó frunciendo el ceño y notando cómo su corazón se paralizaba –No... No puede ser... Hemos tenido mucho cuidado. Duncan ni siquiera sospecha de que exista un traidor en su empresa. Hablé ayer con Liam y me dijo que todo iba sobre ruedas. ¿Cómo puede ser?

                    -No lo sé. Pero debes tener cuidado... Si saben que tengo algo que ver, sabrán, entonces, que tú, Luca y Liam estáis colaborando conmigo.

                    snapshot_5932448e_394f4017.jpg

                    Joy se acercó a la ventana y miró de un lado y a otro con el corazón encogido. ¿Y si ahora mismo la estaban vigilando? No tardarían ni un segundo en acabar con ella.

                    -Es imposible, papá –negó enérgicamente con la cabeza –Liam me lo habría dicho. Además, ¿cómo iban a descubrirte?

                    -Puede que hayan atado cabos. Desde que denuncié al juez Gonsel estoy en el punto de mira de todos los mafiosos. Era cuestión de días que se enteraran de que voy tras su pista.

                    snapshot_5932448e_194f404a.jpg

                    -Que no, papá, que no puede ser. Mira, ahora tienes que descansar, ¿vale? Se me ocurrirá algo... Te lo prometo.

                    -Ten cuidado, Joy, por Dios...

                    -Lo tendré. No te preocupes –colgó el teléfono con expresión desencajada. Tenía miedo.

                    snapshot_5932448e_994f4cae.jpg

                    Se puso el pijama y se sentó en el sofá sin parar de pensar en la empresa de Duncan.

                    Joy había conocido al señor Keller en el funeral de su madre, la cual le había dejado una carta confesándole la existencia de una hija en común, Joy. El señor Keller se había visto obligado a hacerse cargo de la joven; y, al enterarse de que acababa de terminar periodismo de investigación, le había ofrecido un puesto en su empresa. Se encargaban de desmantelar todas las redes de mafiosos y de encontrar información para meterles de por vida en la cárcel. De repente, una idea descabellada se coló en la cabeza de Joy. Cogió el teléfono y llamó a Liam.

                    snapshot_5932448e_194f4942.jpg

                    -Cuantas veces te he dicho que no me llames, Joy. Cuando pase algo importante lo haré yo. Es peligroso.

                    -Han envenenado a mi padre –soltó sin irse por las ramas.

                    -¡Joder! –exclamó Liam en un susurro.

                    -Está bien, fuuera de peligro... Pero... Teme que Duncan nos haya descubierto.

                    -No, eso es imposible. El nuevo encargo... No me han dicho quién será la próxima víctima, pero es una mujer, seguramente joven, no es tu padre. Estoy seguro.

                    snapshot_5932448e_f94f4a56.jpg

                    -¿Cómo sabes que es una mujer joven?

                    -Le ha tocado el encargo a Dave. Normalmente es él el que se encarga de ellas, no tiene un puto escrúpulo. Es capaz de cargarse a una niña de 8 años e irse después al cine. Duncan siempre le da ese tipo de misiones, sabe que no se echará atrás.

                    -Por favor, cualquier cosa que tenga que ver con mi padre, avísame. Si de verdad ha sido envenenado, ha tenido que ser algún matón de Duncan.

                    -Últimamente las cosas están jodidas por aquí, Joy, desconfían de todo Dios. Me está costando muchísimo conseguir información, pero... Te avisaré con lo que sea.

                    snapshot_5932448e_794f4987.jpg

                    -Espera Liam. Quería comentarte algo... –Sintió un escalofrío al pensar en lo que iba a decir –He... He decidido meterme en la empresa.

                    -¿Tú estás loca?

                    -Me comentaste que Duncan tiene una secretaria, ¿verdad? Y que tiene acceso a todos los encargos. Si pudiera conseguir ese trabajo, estaríamos prevenidos...…

                    -No, ni de coña, Joy. Esto es peligroso.

                    -Liam, lo necesito. ¿Hemos conseguido algo en este último año? No, nada –se contestó a sí misma frunciendo el ceño –Necesitamos pruebas, datos, informes... Algo.

                    snapshot_5932448e_394f4aa0.jpg

                    -Joy... La policía también está metida hasta el cuello, aunque consigamos pruebas...

                    -No, Liam, no -le cortó -Alguien nos escuchará.

                    Le oyó suspirar y murmurar algo que no fue capaz de escuchar.

                    -Está bien, Joy. Veré qué puedo hacer.…

                    -Mándame información de la secretaria. Sólo necesito eso.

                    -Cuando se entere tu padre...

                    -No se enterará.

                    snapshot_5932448e_f94f49b6.jpg

                    Editado por ImagineRe

                      Share this post


                      Link to post
                      Compartir en otros sitios

                      Publicado


                      ¡Me ha gustado mucho! Escribes muy bien, la trama es atrapante y los personajes me encantan^^. Me olía a que Joy era hermana de ellas en cuanto Luca le dijo a Elizabeth que no era la amante xD. Espero más, que está muy interesante ;)

                        Share this post


                        Link to post
                        Compartir en otros sitios

                        Publicado


                        Estoy totalmente de acuerdo con Ginevra, Imaginere. Has conseguido engancharme.

                        Me parece a mí que Dave y Elizabeth van a acabar juntos, no sé. Lo mismo me equivoco <_<

                          Share this post


                          Link to post
                          Compartir en otros sitios

                          Publicado


                          Me gusta tu historia! Es interesante y como a Amanda, has conseguido atraparme

                          Ya quiero ver el proximo capi :)

                            Share this post


                            Link to post
                            Compartir en otros sitios

                            Publicado (editado)


                            Joé, muchísimas gracias! Vuestros comentarios me dan ánimos para seguir! Miil gracias, de verdad :D

                            Continúo!

                            Capítulo cuatro ----¡Auxilio!----

                            Dave llegó a su casa y se lavó concienzudamente las manos con agua y jabón. Cuando asesinaba llegaba siempre con la sensación de que tenía restos de sangre por todas partes. Aunque fuera cuidadoso, nunca podía estar del todo seguro.

                            Se dirigió al comedor y lanzó la carpeta ocre sobre la mesa, se sirvió un vaso de wisky y se sentó con la mirada fija en el nuevo encargo.

                            snapshot_993fbc18_f947e78f.jpg

                            Lo abrió y advirtió diversas fotografías en las que la víctima, como no, era la principal protagonista. Leyó sin prestar demasiada atención la ficha en la que se describía el día a día de Elizabeth y en qué momentos podía encontrarla sola en casa, y acabó con un resoplido. Al fin y al cabo era lo de siempre: estudiar a la víctima, secuestrarla y o bien pedir rescate o bien cargársela.

                            Sinttulo-1.jpg

                            Elizabeth Keller tenía 17 años, por las mañanas estudiaba el último curso en el Instituto Gérard Perk y por las tardes estaba apuntada a clases de piano y pintura en el mismo centro. Los fines de semana acudía, junto a su amiga Naima Dell, al bar “Diablo Con Diabla” en donde se pasaban toda la noche bailando. Cuando cerraban se marchaba a casa y se acostaba en la cama, no sin antes leer alguna revista para adolescentes.

                            -¿Qué coño me importan todas estas cosas? –masculló Dave poniendo mala cara.

                            snapshot_993fbc18_5947e948.jpg

                            Repasó rápidamente con la mirada los datos importantes de la joven y se marchó a su habitación a cambiarse. Según la extensa ficha de Elizabeth, los lunes, jueves y viernes estaba sola en casa, así que debía acudir esa misma noche a realizar el encargo.

                            Se vistió con ropa más discreta, se puso un gorro negro y se cubrió la cara con la máscara que todos los ayudantes de Duncan debían llevar cuando actuaban. Cogió las llaves del coche y se marchó a casa de la víctima.

                            snapshot_993fbc18_794f613d.jpg

                            Elizabeth estaba destrozada. La noticia que le había dado la joven del hospital le había revuelto todo su interior. ¿Por qué su padre nunca le había dicho nada? Lo que más le dolía de todo aquello, no era descubrir que tenía una hermana, sino enterarse de que su padre le había estado ocultando todo ese tiempo que tenía una hija.

                            La joven se acurrucó en el sofá y comenzó a llorar. Era la única forma de desahogarse, ya que no había nadie en casa al que transmitirle su pesar.

                            snapshot_993fbc18_594f541c.jpg

                            Un sonido seco la sobresaltó. Levantó la vista y miró temblorosa a su alrededor. Todo parecía estar en calma, ni siquiera se oía el ir y venir de las palmeras azotadas por el viento. De repente, otro golpe volvió a agitar su corazón. Se levantó y se acercó a la ventana, estudiando con detenimiento cada detalle del jardín, sin advertir nada fuera de lo común. Se dio la vuelta y escuchó el crujir del parqué. Su corazón comenzó a latir con más fuerza aún. Había alguien más en su casa.

                            snapshot_993fbc18_994f5474.jpg

                            -¿Lidia? –habló temblorosa echándose hacia atrás –¿Hola?

                            -Hola –una voz grave a su espalda le hizo soltar un chillido.

                            Se dio la vuelta y advirtió a un hombre con el rostro cubierto por una máscara escalofriante.

                            -¡Mierda! –Gritó histérica separándose de él y chocándose con la pared.

                            -No te muevas –habló serio Dave fijando su amenazante mirada en la atemorizada mirada de ella.

                            snapshot_993fbc18_794f5ee6.jpg

                            Elizabeth se había quedado completamente paralizada. Por más que quisiera salir huyendo, no podía, sus músculos no reaccionaban a las llamadas de auxilio.

                            -Ahora me voy a acercar lentamente a ti y… como grites o te muevas un solo centímetro, te meteré dos balas en el cráneo, ¿queda claro?

                            Elizabeth abrió los ojos horrorizada ante la frialdad del intruso.

                            -¿Q…Quién eres? –titubeó con una lágrima cayendo por su mejilla –¿Q… Qué quieres?

                            snapshot_993fbc18_d94f573e.jpg

                            Dave no contestó. Se metió la pistola detrás del pantalón y se acercó lentamente a ella, dispuesto a golpearla y dejarla inconsciente, para así poder llevársela con más facilidad. Elizabeth le miró con el corazón palpitante y una inexplicable fuerza en su interior le hizo salir corriendo a toda velocidad.

                            Dave soltó un bufido.

                            -¡Socorro! –gritó Elizabeth desesperada saliendo al jardín -¡socorro!

                            Dave sabía que nadie podía oírla, pues la casa de la joven se encontraba en lo alto de una colina, separada varios kilómetros de las demás casas de la urbanización.

                            -No pierdas el tiempo, nadie te oirá –habló calmado acercándose de nuevo a ella.

                            snapshot_993fbc18_b94f5c27.jpg

                            Elizabeth, sin saber qué hacer, se introdujo en la primera habitación que encontró a su paso. Aquello hizo rabiar a Dave, pues lo menos que le apetecía en ese momento era jugar al “pilla pilla” con la joven. Sacó de nuevo la pistola y fue en su busca.

                            Abrió la puerta calmadamente y allí la encontró en una esquina muerta de miedo.

                            -¡No por favor…! –suplicó Elizabeth al ver que no tenía escapatoria –Te daré lo que quieras… Joyas, dinero, cualquier cosa… De verdad… –se atragantó con sus propias lágrimas.

                            snapshot_993fbc18_794f5cfe.jpg

                            Dave se acercó a ella y estudió con detenimiento su rostro. Estaba completamente pálida, aterrada, apunto de caer desmayada. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del joven. ¿Cómo aquel sufrimiento podía causarle tanta diversión?

                            -Por favor… Yo… –Dave le cortó con un guantazo.

                            Elizabeth cayó desplomada al suelo, golpeándose con la mesilla de noche en la cabeza.

                            El chico miró a su alrededor. Un sentimiento de orgullo invadió su cuerpo cuando advirtió en el techo una cámara de video-vigilancia. Si iban a pedir un rescate por la joven, aquello era lo mejor para concienciar a su padre. Levantó la mano y saludó con frialdad a la cámara.

                            snapshot_993fbc18_994f5eb7.jpg

                            Cogió a Elizabeth, la cargó sin dificultad sobre su espalda y se dirigió hacia el exterior de la casa.

                            Cuando estaban llegando al coche, Elizabeth se despertó.

                            -¡No! –gritó intentando soltarse –¡Déjame! ¡Socorro! –chilló con todas sus fuerzas.

                            Dave cogió su pistola y la situó en la pierna de Elizabeth, presionando con fuerza.

                            -Vuelve a gritar y estás muerta.

                            Elizabeth cerró los ojos deseando que todo aquello no fuera más que una terrible pesadilla.

                            snapshot_993fbc18_59535661.jpg

                            Cuando los volvió a abrir estaban en un lugar muy distinto, en un edificio abandonado con basura, orina y excrementos por todas partes. Un terrible olor a putrefacción revolvió el estómago de Elizabeth.

                            -¿A dónde me llevas…? ¿Qué es este lugar? –preguntó con el corazón palpitante.

                            Dave abrió una puerta y empujó hacia dentro a Elizabeth, que se derrumbó en el suelo y comenzó a llorar.

                            snapshot_99478f18_3953586f.jpg

                            Dave se apartó de ella, cogió el móvil y llamó a Duncan.

                            -Ya la tengo. No ha sido difícil –habló telegráficamente.

                            -Así me gusta.

                            -¿Qué quieres que haga con ella?

                            -Lo dejo en tus manos.

                            -¿Qué quieres que le saque?

                            Elizabeth silenció su llanto y escuchó con atención la conversación que estaba teniendo el secuestrador.

                            -Nada. Lo sabemos todo de su padre; el típico juez gilipollas que se dedica a denunciar a los que no imparten justicia como él. El clásico “Pepito Grillo de los jueces” ya sabes.

                            -¿Por qué nos interesa ese tipo?

                            -A mí Keller me importa bien poco. El encargo viene del mismísimo juez Gonsel, le debía un favor y…

                            -¿Qué hay que hacer?

                            -Sencillo. Mañana pediremos el rescate de la chica y… solo quedará esperar.

                            snapshot_99478f18_39535909.jpg

                            -Cuanto dinero –preguntó Dave inexpresivo.

                            -Seis millones de euros, quizá siete. Nosotros nos quedaremos el 60% y el juez Gonsel el resto. ¿Es o no es un buen trato?

                            -Lo es –asintió Dave sin demasiada energía.

                            -Si se pone tontita, demuéstrale de lo que somos capaces –habló autoritario –Es un encargo fácil, Dave, pero no hay que relajarse.

                            -Nunca me relajo –le corrigió bien serio –Si hay que cargársela, me la cargo.

                            Elizabeth sintió un escalofrío por todo el cuerpo al oír aquello.

                            -Eso es, eso es… –asintió satisfecho –mañana tendrás nuevas noticias.

                            Ambos colgaron el teléfono.

                            snapshot_99478f18_59535956.jpg

                            Dave se dio la vuelta y miró a la chica, la cual seguía tirada en el suelo atemorizada. Ésta lo había escuchado todo, y no sabía qué pensar. No entendía ni por qué estaba allí ni qué la iban a hacer. Pero… Si iba morir, entonces todo lo demás le daba igual. Se levantó con genio y le gritó bien fuerte al secuestrador.

                            -¡Eh tú! –le llamó a voces –¡sácame de aquí!

                            Dave no lo pudo evitar y soltó una carcajada que hizo retumbar las paredes.

                            -Es que parece que no te enteras… –se acercó a ella con la mano preparada para golpear –¡que como vuelvas a levantar la voz te parto una costilla!

                            snapshot_99478f18_19535a5a.jpg

                            Elizabeth se separó completamente aterrorizada y se pegó a la pared.

                            -Lo siento, lo siento –se disculpó con miedo –Yo… Es que… No entiendo qué hago aquí…

                            -¿Y acaso me importa a mí eso? –se dio la vuelta –Mañana vendré a traerte comida.

                            -¡No! –gritó de nuevo histérica -¡No me puedes dejar aquí!

                            Dave se separó de ella haciendo oídos sordos. No era momento para golpearla, ni siquiera le apetecía.

                            Abrió la puerta y salió con paso lento, escuchando a sus espaldas los gritos de Elizabeth.

                            snapshot_99478f18_d9535ab7.jpg

                            Editado por ImagineRe

                              Share this post


                              Link to post
                              Compartir en otros sitios

                              Publicado


                              Madre mía, pobre Elizabeth...

                              Si pudiera ablandar el corazón de Dave de alguna manera

                              sigue pronto porfa!

                                Share this post


                                Link to post
                                Compartir en otros sitios

                                Publicado


                                ¡Me ha encantado el capítulo! Pobre Elizabeth, y que malo es Dave, que hasta le divierte verla sufrir. A ver que pasa en el siguiente capítulo ;)

                                  Share this post


                                  Link to post
                                  Compartir en otros sitios

                                  Publicado


                                  :o:o:o !!!!!!!!!! Que malo es Dave!!! La pobre Elizabeth no entiende nada lo que está pasando...

                                  Está muy buena tu historia! sigue pronto por favor :D!

                                    Share this post


                                    Link to post
                                    Compartir en otros sitios

                                    Publicado (editado)


                                    Capítulo cinco ----El plan----

                                    Joy se despertó de un increíble humor de perros, ya que los vecinos del quinto se habían pasado toda la noche de juerga, y no la habían dejado dormir ni media hora seguida. Se sirvió un café y, como hacía cada mañana, encendió el ordenador en busca de nuevas noticias. El correo de Liam le hizo olvidar por completo la mala noche y en su rostro se dibujó una ancha sonrisa.

                                    snapshot_5932448e_79537371.jpg

                                    Abrió el correo y advirtió la fotografía de una mujer rubia, de ojos claros y expresión amable, y por lo que ponía en el inferior de la fotografía se trataba de Emily Wattson, la secretaria de Duncan.

                                    Joy estudió con detenimiento los datos que le había proporcionado su compañero de trabajo, y rápidamente supo cómo acercarse al temido Duncan.

                                    Imprimió toda la información y la metió en una carpeta.

                                    snapshot_5932448e_f94f47e9.jpg

                                    Se dirigió al baño y cogió del cajón de las medicinas un bote de píldoras tranquilizantes. Tenía un plan. Después se metió en el coche y condujo hasta la dirección de la secretaria.

                                    Tras más de media hora esperando a que saliera de su casa, por fin apareció, y cuando pasó al lado de su coche, inconscientemente Joy se cubrió el rostro para evitar ser vista.

                                    Dejó que anduviera unos cuantos metros y después la siguió.

                                    snapshot_5932448e_795374a9.jpg

                                    Al llegar a la calle central de la ciudad, Emily se introdujo entre la multitud a observar la carta de un restaurante mejicano, así que Joy apagó el motor y esperó a que saliera sin apartar la mirada del restaurante. Cuando apareció de nuevo, el corazón de Joy comenzó a latir con fuerza, y sintió cómo la adrenalina se apoderaba de todos sus sentidos. Apretó el acelerador y se dirigió a ella sin pararse a pensar en lo que iba a hacer.

                                    Cuando estaba a escasos metros pegó un frenazo, haciendo chirriar las ruedas sobre el asfalto mojado de la carretera. Después de unos segundos con la mirada clavada en el rostro desencajado de Emily, se bajó del coche.

                                    snapshot_f9536540_b95370bc.jpg

                                    -Oh, Dios, lo siento –se acercó a ella corriendo –lo siento muchísimo… No te he visto cruzar… –habló acelerada.

                                    -Yo… Es… Estoy bien, estoy bien –tragó saliva mirándose de arriba abajo –Estoy bien.

                                    -No sé cómo ha podido pasar… He apartado un segundo la mirada de la carretera y de repente… Estabas… Lo siento, de verdad.

                                    Emily levantó la mirada con el corazón en la garganta.

                                    -No… No importa… No ha pasado nada.

                                    -Debería llevarte a un hospital.

                                    -No, no, estoy bien, de verdad.

                                    -Déjame por lo menos invitarte a un café. No, a un café no, a una tila, una tila –habló nerviosa –es lo menos que puedo hacer… Esa terraza de ahí parece estar bien.

                                    snapshot_f9536540_595371f5.jpg

                                    -Pero está lloviendo… –comentó Emily mirando al cielo.

                                    -Entonces… Mira, mi casa está a dos minutos de aquí. Te prepararé algo para que te relajes, ¿vale?

                                    -Yo… no… No es necesario.

                                    -Claro que lo es –la cogió con delicadeza del brazo y la hizo subir en su coche. Emily no era capaz de reaccionar, estaba en completo estado de shock, así que acompañó a Joy sin decir una sola palabra.

                                    snapshot_f9536540_3953712c.jpg

                                    Cuando llegaron a casa de Joy, Emily reaccionó, sintiéndose estúpida por haber accedido a la invitación. Era una locura, no la conocía de nada.

                                    -Por cierto, soy Joy –le tendió la mano.

                                    -Yo soy… Mía, Mía Vender –asintió algo incómoda.

                                    Joy intentó que no se notara su sorpresa al escuchar el nombre que se había inventado, así que únicamente la dedicó una sonrisa amablemente y se dirigió con paso lento a la cocina. ¿Acaso tenía prohibido dar su verdadero nombre por motivos de seguridad? ¿O es que en realidad el nombre falso era el de Emily?

                                    -Bueno Mía… –se acercó a la nevera –¿una cerveza fresquita?

                                    -Oh, no, no bebo… ¿Un zumo, quizá?

                                    -Claro. ¿Piña?

                                    Emily asintió.

                                    snapshot_5932448e_19537611.jpg

                                    Joy cogió el zumo de la nevera y se sacó discretamente el bote de píldoras tranquilizantes que se había metido antes de salir de casa en el bolsillo. No quería matarla, ella no era una asesina, solo quería apartarla al menos unas semanas del trabajo. Sabía de sobra lo fuertes que eran esas pastillas y sabía perfectamente el efecto que causaban. Tres de ellas y se tiraría una semana sin poder moverse. Introdujo cuatro en el zumo y se dio la vuelta algo nerviosa.

                                    -Aquí tienes.

                                    snapshot_5932448e_395376b8.jpg

                                    Al cabo de unos cuantos sorbos y unas cuantas palabrerías, Emily cayó rendida.

                                    Joy solo necesitaba una semana para desmantelar la empresa de Duncan, tan solo eso. Cuando Emily volviera, ella desaparecería de allí de inmediato.

                                    -Mía, ¿me oyes? –la llamó para cerciorarse de que estaba completamente inconsciente.

                                    Al no recibir respuesta, se levantó tranquilamente y se acercó al ordenador. Escribió un correo en el que, haciéndose pasar por Emily, le indicaba a Duncan que iba a tener que retirarse una semana por problemas de salud.

                                    snapshot_5932448e_99537a12.jpg

                                    Falsificó una baja médica y, ayudada del informe que le había facilitado Liam, dio ciertos datos personales para darle veracidad al correo. Su compañero de trabajo, además, le había proporcionado la cuenta y contraseña de Emily para mandarlo desde el propio correo de la secretaria.

                                    -Duncan tiene que tragárselo –habló convencida para sí.

                                    Pero aún quedaba lo más complicado. Decidió, antes que nada, llamar al hospital para que vinieran a buscar a Emily por una supuesta sobredosis. Les hizo creer que la había encontrado así en el sofá, que llevaba días deprimida y que era cuestión de tiempo que intentara acabar con su vida. Sabía que no se iba a despertar en bastante tiempo, así que no le preocupaba.

                                    -No entiendo por qué lo ha hecho… –murmuró mirando al enfermero –Lo tiene todo…

                                    -Quizá justo por eso –comentó indicándole a los otros médicos que se la llevaran –Pero no se preocupe, en cuanto despierte nuestros psicólogos le ayudarán a superar todo esto.

                                    -Eso espero… –habló bajando la mirada y exagerando su pesar –muchas gracias.

                                    snapshot_5932448e_f958ab08.jpg

                                    Cuando se fue la ambulancia, Joy se marchó a la peluquería de su amiga Emma, una joven que hacía maravillas con las tijeras.

                                    -¡Joy! –exclamó ésta al verla aparecer por la puerta -¡Qué sorpresa!

                                    Ambas se fundieron en un cordial abrazo.

                                    -Necesito un favor enorme, Em.

                                    -Claro, lo que quieras. ¿Qué ocurre?

                                    -Necesito un cambio de look urgente.

                                    -M… ¿de qué tipo de cambio estamos hablando?

                                    snapshot_5932448e_b958b030.jpg

                                    -En tus manos lo dejo. Quiero que me cambies de arriba abajo, que cuando hayas acabado no parezca Joy Keller.

                                    Emma la hizo sentar en una de las sillas y, con una gran sonrisa, se puso manos a la obra.

                                    Después de dos largas horas…

                                    -¡Voilá! –exclamó Emma poniendo frente a Joy un espejo –¿Qué te parece?

                                    Joy tardó en reaccionar. Estaba completamente cambiada. Su cabello ya no era de un negro azabache, ahora era rubio, con destellos dorados y con más volumen.

                                    snapshot_5932448e_d958b386.jpg

                                    Se levantó y se acercó pasmada al espejo. Emma le había puesto extensiones y cortado el flequillo, dándole una nueva forma a su cara. Le había maquillado los ojos con tonos oscuros, resaltando el color de sus pupilas azul mar, y el colorete color tierra que le había dado hacía que sus pómulos parecieran mucho más grandes.

                                    -Guau… –logró articular –es… Es increíble… No parezco yo…

                                    -¿No era esa la idea? –habló Emma soltando una pequeña risita –Estás guapísima.

                                    snapshot_5932448e_b958b476.jpg

                                    Después de darle mil veces las gracias, Joy se marchó a su casa, dispuesta a terminar la tarea que había comenzado por la mañana. Abrió el correo que le iba a mandar a Duncan y adjuntó el currículo ficticio de una tal Grace Stadler, la cual estaba recomendada por la propia Emily. Se hizo una foto y falsificó el DNI, creándose una nueva identidad. Ya no era Joy Keller, ahora era Grace Stadler. Adjuntó los nuevos archivos y envió el correo.

                                    snapshot_5932448e_b958b4f4.jpg

                                    La nueva apariencia de “Grace” era de lo más llamativa. No sabía si era producto de su imaginación o si realmente estaba tan cambiada como se veía en el espejo.

                                    Cuando estaba llegando al supermercado de la ciudad, su móvil comenzó a sonar.

                                    -¿Hola?

                                    -¿Grace Stadler? –preguntó una voz masculina con energía.

                                    Al escuchar ese nombre, su cuerpo comenzó a temblar.

                                    -S… Sí, sí, soy yo. ¿Quién habla?

                                    -Soy Frederic, el secretario del señor Duncan.

                                    Sintió cómo su cuerpo se estremecía y cómo sus piernas se aflojaban. Estaba hablando nada más y nada menos que con la mano derecha de Duncan. Calmó a su corazón y escuchó con atención.

                                    snapshot_99478f18_f958b7a4.jpg

                                    -Supongo que usted conocerá a la señorita Emily Wattson, ¿me equivoco?

                                    -No, no se equivoca. Somos muy buenas amigas.

                                    -Bien –continuó –No sé si sabrá que ha tenido que coger una baja por problemas de salud y… Bueno –carraspeó aclarándose la voz –Es completamente urgente que alguien la reemplace. Nos es imposible estar más de un día sin secretaria.

                                    -Comprendo –asintió Joy sintiendo una pequeña energía por su cuerpo

                                    -Ella amablemente nos ha proporcionado su currículo. Si pudiera acudir esta tarde a la entrevista

                                    snapshot_99478f18_d958b7d6.jpg

                                    -¡Oh! –exclamó falsamente –Hombre… Tendría que… No tengo muy claro qué es lo que hacía Emily exactamente… Ni…

                                    -No se preocupe. Hoy se lo explicaremos todo. Necesitamos alguien de confianza, y si Emily nos ha dado su currículo entendemos que se puede confiar en usted.

                                    -Por supuesto –contestó con seguridad.

                                    -Muy bien. Apunte, entonces: calle Tatiana Vergara Nº23, 6ºD ¿Lo tiene?

                                    Joy asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

                                    -Pues entonces, señorita Stadler, nos vemos hoy a las 7 de la tarde. Sea puntual.

                                    snapshot_99478f18_1958b7c1.jpg

                                    Editado por ImagineRe

                                      Share this post


                                      Link to post
                                      Compartir en otros sitios

                                      Publicado


                                      Me gusta mucho el cambio de Joy, le sienta bien, así hasta se parece a Elizabeth xD. continúa pronto, que está muy interesante ;)

                                        Share this post


                                        Link to post
                                        Compartir en otros sitios

                                        Publicado


                                        Qué rara veo a joy jaja. Es verdad, así se parece a Elizabeth.

                                        A ver si cuela lo del curriculum, por lo pronto no va mal la cosa.

                                        Sigue pronto!

                                          Share this post


                                          Link to post
                                          Compartir en otros sitios

                                          Publicado


                                          Muy buena trama y el primer capitulo me gusto mucho, me gusta la sim, es muy bonita; esta bien redactada y estructurada.

                                            Share this post


                                            Link to post
                                            Compartir en otros sitios

                                            Publicado


                                            Mm..esta muy interesante laa historia! Y Dave es muy guapo, aunque es un estupido! :angry:

                                            Estoy segura de que algo le habra pasado para ser asi.

                                              Share this post


                                              Link to post
                                              Compartir en otros sitios

                                              Publicado (editado)


                                              Uy uy uy muchas graaaaaacias! Siento haber tardado taaanto en actualizar, pero es que no he tenido tiempo... La próxima actualización será pronto^^

                                              Capítulo seis ----La orden----

                                              Cuando se disponía a echarse una siesta, Dave recibió la llamada de Duncan; uno de sus matones había advertido a través de las cámaras de video-vigilancia el comportamiento desquiciado de Elizabeth, que no paraba de golpear por todas partes para hacerse oír. Cualquiera que pasara por los alrededores sabría que había alguien ahí dentro, así que debía acudir de inmediato. Se vistió rápidamente y salió rumbo a la fábrica.

                                              eheh.jpg

                                              -¡Qué coño pasa aquí! –exclamó entrando con mal genio –¡te dije que estuvieras calladita!

                                              Se acercó a ella y le propinó un golpe en la cara. Elizabeth se cubrió el rostro con miedo y dio varios pasos hacia atrás temblorosa.

                                              -Mira, estúpida, tenemos cámaras por todas partes –habló con agresividad señalándolas –otro golpecito más y vendré a atarte de arriba abajo, ¿entendido?

                                              -¿Por qué me hacéis esto? –gimió Elizabeth con lágrimas en los ojos –Dime, por favor…

                                              snapshot_99478f18_d9659eea.jpg

                                              Dave reparó en la expresión de la joven. Tenía el maquillaje corrido por todas partes, estaba completamente pálida y tenía la mano derecha destrozada de haberse pasado toda la noche dando golpes en las paredes. Alzó la mirada en dirección a las cámaras. Sabía que solo podían captar imágenes, no sonido, así que le dio la espalda a Elizabeth para despistar y habló sin apenas expresión.

                                              -¿Quieres saber por qué estás aquí? Es muy simple. Tu padre denunció a alguien que no debía.

                                              -Pero… –negó cabizbaja sin entender –¿A quién denunció?

                                              snapshot_99478f18_19633112.jpg

                                              -A una persona con contactos.

                                              -Y sus contactos sois… ¿Vosotros?

                                              Dave no contesto, se limitó a asentir con la cabeza.

                                              -¿Qué me vais a hacer?

                                              -Depende.

                                              -¿De qué…? ¿De qué depende? –preguntó con una nota de angustia.

                                              -De lo que esté dispuesto a aportar tu padre.

                                              -Si él no paga, me matáis…

                                              snapshot_99478f18_79633129.jpg

                                              -Chica lista –asintió cruzándose de brazos. Elizabeth, sin poder evitarlo, se echó a llorar.

                                              De repente, la vieja puerta chirrió alertando a Dave de que no estaban solos en aquella fábrica.

                                              -¿Qué pasa si mi padre no tiene ese dinero? –continuó Elizabeth como si no hubiera escuchado nada.

                                              -¿Sabes? Ése no es mi problema –la cortó acercándose a la puerta.

                                              Elizabeth sabía que su padre había tenido algunos problemas para pagar las últimas facturas de la familia y la hipoteca de la casa, ¿y si le era imposible cumplir con las exigencias del secuestrador? Estaría… Acabada…

                                              snapshot_99478f18_f965a08a.jpg

                                              Dave abrió la puerta y se encontró frente a Charles, uno de los matones de Duncan.

                                              -¿Qué haces aquí? –preguntó Dave desconcertado.

                                              -¿Y qué haces tú con esa ropa? ¿Cuántas veces te tendrán que decir que uses el traje oficial? –habló entrando en la habitación y colocándose bien la máscara.

                                              -¿Y bien? ¿Qué quieres?

                                              -El jefe quiere hablar contigo.

                                              -¿Y por qué no me llama?

                                              snapshot_99478f18_7965ab1d.jpg

                                              -Es arriesgado usar las líneas de teléfono hasta que los técnicos demuestren que no están pinchadas. Hay un puto traidor en la empresa, ¿no lo sabías? –preguntó con arrogancia.

                                              Dave asintió con mala cara.

                                              -Usa este teléfono –le acercó un teléfono antiguo –Está el jefe en espera.

                                              Elizabeth contemplaba la escena con el corazón en un puño. ¿Qué pasaba ahora?

                                              snapshot_99478f18_f965aad9.jpg

                                              -¿Hola? –habló Dave sereno.

                                              -Chico –contestó Duncan con su característico tono grave de voz –¿Has puesto en su sitio a la zorrita?

                                              -No ha hecho falta. Cuando llegué se calmó.

                                              -¿Tu crees que tratándola como una princesa va a suplicarle a su padre que nos entregue el dinero? Quiero que la oiga realmente acojonada, joder.

                                              Dave asintió sin expresión.

                                              -Últimamente estás hecho un marica. Dile a Charles que se encargue.

                                              snapshot_99478f18_1965abc7.jpg

                                              -No, yo puedo hacerlo.

                                              -No –negó rotundamente –Si hubieras podido lo habrías hecho ya.

                                              -Pero…

                                              -Pásame a Charles –le cortó con frialdad.

                                              Dave le pasó el teléfono y se cruzó de brazos sin expresión alguna en la cara.

                                              Charles se alejó de él y comenzó a hablar con Duncan.

                                              Elizabeth fijó su mirada en la de Dave sin entender qué estaba pasando.

                                              -Bien –asintió Charles finalizando la conversación y colgando el teléfono.

                                              snapshot_99478f18_5965add4.jpg

                                              Éste se acercó a Elizabeth y le propinó tal rodillazo en el estómago que la hizo caer desplomada al suelo. Dave se cruzó de brazos y observó en silencio. Le reventaba no ser él el encargado de darle una lección a la chica. Últimamente no tenía ganas de nada, pero… Ésa era su tarea, y se la estaba quitando un gilipollas sin cerebro.

                                              Elizabeth gimió intentando levantarse, pero de nuevo la pierna de Charles la derribó. Ésta saboreó unas cuantas gotas de sangre y se cubrió la cabeza, viendo cómo los zapatos de aquel monstruo la pisoteaban de arriba abajo.

                                              snapshot_99478f18_5965bdec.jpg

                                              -Soc… –intentó pronunciar –Socorro…

                                              Se incorporó con dificultad e intentó agarrar el pantalón del matón, pero se escurrió golpeándose con el frío asfalto y clavándose en la mejilla unos cuantos cristales que había por el suelo. Chilló con fuerza, aquello escocía.

                                              -Cállate zorra –exclamó Charles agarrándole del cabello con agresividad y dándole unos cuantos puñetazos en las costillas.

                                              snapshot_99478f18_7965bf62.jpg

                                              Las lágrimas de Elizabeth se mezclaron con la sangre que cubría su rostro, y notó cómo la vista se le nublaba poco a poco y cómo sus manos y pies dejaban de existir.

                                              -Por favor… –suplicó cubriéndose el estómago con los brazos –por favor…

                                              -Ya basta –habló Dave autoritario –Muerta no sirve de nada.

                                              Charles la empujó hacia la basura y sonrió orgulloso.

                                              -Llama al jefe y cuéntale –habló cruzándose de brazos y observando a Elizabeth con satisfacción.

                                              snapshot_99478f18_3965be3a.jpg

                                              Dave cogió el teléfono y marcó el número de Duncan.

                                              -Ya lo ha hecho.

                                              -Ése es mi chico –rió a carcajada limpia –La última vez que tiene que hacerlo otro por ti, ¿entendido? No quiero inútiles en mi trabajo. Ni maricas con escrúpulos. ¡Ni nenazas lloricas! –exclamó dando un golpe en la mesa.

                                              -Sí –asintió mirando con ira a Charles.

                                              Le odiaba. A él, a Duncan y a todos sus malditos matones. Él era el mejor. ¿Por qué en cuanto tenía un mal día, Duncan no paraba de repetirle lo patético que era? ¿Acaso no tenía en cuenta lo que había hecho por el negocio? ¿Acaso no le estaba agradecido?

                                              -Dave –la voz de Duncan le hizo volver a la realidad –Llama al padre de la chica y dile lo que queremos. El viernes a las 11 estaremos esperándole en la antigua iglesia del barrio, como siempre. Apunta su número: 967873461

                                              -Bien –asintió colgando el teléfono.

                                              snapshot_99478f18_7965c67d.jpg

                                              Dave llamó completamente sereno al número que le había proporcionado su jefe.

                                              -¿Dígame? –contestó una voz rasgada.

                                              -¿Juez Keller? –habló Dave poniendo la voz mucho más grave.

                                              -Soy yo. ¿Quién habla?

                                              -Tenemos a su hija –soltó directo.

                                              -¡¿Qué?!

                                              Le encantaba escuchar la angustia en la voz de sus víctimas, disfrutaba con el sufrimiento que transmitían sus voces y el temblor que se apreciaba con cada palabra.

                                              -¿Quién es usted?

                                              snapshot_99478f18_d965c6cc-1.jpg

                                              -Alguien que no se anda con tonterías –habló intimidando al señor Keller –El viernes le estará esperando un coche negro en la puerta de la antigua iglesia de la ciudad. Traiga seis millones de euros y Elizabeth quedará libre.

                                              -¿Qué está diciendo? ¿Dónde está mi hija?

                                              -Con nosotros.

                                              -Pero... es imposible...

                                              -Revise las cámaras de seguridad de su casa.

                                              El señor Keller sintió la ira apoderarse de su cuerpo.

                                              -Maldito desgraciado, ¡pagarás por esto! -exclamó apretando el teléfono con fuerza.

                                              -Si llama a la policía despídase de ella.

                                              -Esto no puede estar pasando -negó enérgicamente con el ceño fruncido -No entiendo nada…

                                              -Es muy sencillo. Usted nos trae el dinero y nosotros le devolvemos a su hija.

                                              -¿Cómo sé que está bien?

                                              snapshot_99478f18_d965c642.jpg

                                              Dave se apartó el teléfono y se lo tiró a la joven, que lloraba sin parar acurrucada en una esquina, completamente dolorida y con las manos cubriéndose el rostro. Cogió el teléfono con dificultad, gimiendo al sentir un pinchazo en el costado.

                                              -Pa… Papá… –sollozó sin apenas fuerza, pues las heridas de la cara se lo impedían –haz lo que te piden…

                                              -Oh, Dios mío, ¿estás bien? ¿Qué te han hecho? –habló sintiendo cómo su corazón se volvía loco. Debía calmar sus nervios, acababa de salir del hospital y se encontraba muy débil.

                                              -Me duele mucho…

                                              snapshot_99478f18_b965c5a2.jpg

                                              -Elizabeth, cariño, yo… Tranquila… Les daré lo que piden. No te harán más daño.

                                              -Tengo miedo… –se secó unas cuantas lágrimas –¿Qué quieren de ti, papá?

                                              -No lo sé, cielo, no entiendo nada… –negó con la cabeza temiéndose lo peor. ¿Y si, como le había dicho Joy, Duncan había descubierto que estaban investigando su empresa? ¿Y si su pequeña debía pagar por ello?

                                              -Papá… Quiero volver a casa… –lloriqueó atragantándose con las lágrimas

                                              -Volverás, cariño, volverás.

                                              snapshot_99478f18_3965b179.jpg

                                              Dave le arrebató el teléfono a Elizabeth con brusquedad.

                                              -Seis millones de euros. Viernes. En la antigua iglesia de la ciudad. A las 11 de la noche un coche negro le estará esperando allí –repitió telegráficamente.

                                              -Allí estaré –asintió apuntando la información en un cuaderno –Como le hagan algo… Les juro que…

                                              -Depende de ella –masculló Dave colgando el teléfono.

                                              snapshot_99478f18_1965c30a.jpg

                                              Le devolvió el teléfono a Charles y, sin decir ni una sola palabra, se marchó a casa. Nada más ver la cama, no se pudo resistir y se tiró sobre ella dispuesto a echarse una larga siesta. Estaba cansado de la vida que llevaba, de ser un mandado, de tener que hacer todo lo que le dijera Duncan y de aguantar a sus matones.

                                              Había empezado a trabajar por su padre, pero ahora que él había fallecido ¿por qué seguía las órdenes de aquel imbécil?

                                              El sonido del teléfono le retumbó en los oídos. Se levantó con cara de pocos amigos y contestó con voz ronca.

                                              -¡Dave! –exclamó el secretario de Duncan –El jefe quiere verte. Ven de inmediato.

                                              El muchacho inspiró con fuerza e hizo volar el teléfono hasta el sofá con mal genio.

                                              -¡Mierda!

                                              snapshot_99478f18_d965caa7.jpg

                                              Editado por ImagineRe

                                                Share this post


                                                Link to post
                                                Compartir en otros sitios

                                                Publicado


                                                Pobre Elizabeth, me ha dado muchísima pena. Ha estado muy bien el capítulo, muy real, lo he pasado mal con la angustia de Elizabeth. Espero el siguiente pronto ;)

                                                  Share this post


                                                  Link to post
                                                  Compartir en otros sitios

                                                  Publicado


                                                  Muy interesante.

                                                  Pobrecita :(

                                                  Espero que se solucione pronto,aunque no tengo muy claro que la dejen marcharse asi como asi despues de darles el dinero.

                                                    Share this post


                                                    Link to post
                                                    Compartir en otros sitios
                                                    Guest
                                                    This topic is now closed to further replies.

                                                    • Recientemente navegando   0 miembros

                                                      No hay usuarios registrados viendo esta página.

                                                    Uniendo Simmers desde 2005

                                                    La comunidad Sim de habla hispana puede disfrutar en Actualidad Sims de un lugar donde divertirse y compartir experiencias en un ambiente familiar.

                                                    Llevamos más de una década uniendo a Simmers de todo el mundo y colaborando en grandes proyectos.