Publicado 25 dic 2011 (editado) ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! Bueno, llevo sin entrar en el foro como mil años... Pero es que la Universidad absorbe el 150% de mi tiempo. Así que aprovechando las vacaciones he decidido retomar a mis queridos sims. Esta historia no será muy larga, para no tener que dejarla colgada hasta las próximas vacaciones. De todas formas espero que os guste e intentaré hacerla lo más entretenida posible. Disfrutad del capítulo y lo más importante... de vuestras vacaciones. http://www.youtube.com/watch?v=B1-VrUuaZng CAPÍTULO 1 - Jingle bells divorce ¡Felíz Navidad! O eso dice la gente. Mi nombre es Sussie Harmon y esta historia no es precisamente felíz. ¡SLAM! A parte de haber nacido con dos pies izquierdos y más ciega que un murciélago, la desgracia nunca ha dejado de contrariarme. Claire - ¿Sussie estás bien? No voy a aburriros contándoos cada una de las desdichas que han acontecido a lo largo de mis miserables diecisiete años; Simplemente me limitaré a explicaros por qué estoy aquí hoy. Sussie - Ouch... ah... Ehm, sí. Sussie - Solo he tropezado. Ella es mi tía Claire, por cierto. Es muy guapa, como mi madre. La lástima es que yo decidiera no heredar ninguno de sus genes. Hacía por lo menos doce años que no la veía, pero eso no es raro del todo en mi familia. Claire - Aquí tienes tu vaso de agua. Claire - ¿Seguro que estás bien? Lamentablemente mis padres han decidido divorciarse, sí, en Navidad. Y como una de las amigas de mi madre que habla de todo como si fuera una experta le comentó que una separación durante estas fechas de ambiente familiar podría causarme algún tipo de trauma, decidieron enviarme a casa de mi tía. Pero... Sussie - Sí... No ha sido nada, de verdad. Para mí, esto no supone más que otra tortura. Si bien han conseguido alejarme de todo el caos del divorcio, me han metido en una casa con casi dos completas desconocidas. A mí, la señorita me pongo roja como un tomate así que mejor no me mires. ¡Ah, y sí! Dos desconocidas. Mi prima también vive aquí. Claire - ¿Han sido los zapatos? La voy a matar. Claire - siempre le digo que sea más ordenada, pero ya sabes. Hahaha... perdónala. Sussie - No pasa nada, yo también suelo dejar los tacones tirados por ahí. (Mentira. No porque no sea terriblemente desordenada; Porque no tengo ni un solo par de tacones. Imaginaros la catástrofe si yo, que ya me caigo con zapato plano me subiera a unas plataformas de quince centímetros. ¡JA!) Claire - ¡Entonces os llevareis bien! ¡Y acabareis conmigo! Sussie - Hehe... Momento incómodo, ya imaginaba yo que sucedería esto. Claire - Bueno... ¿Quieres que te enseñe la casa, cielo? Sussie - Sí, por favor. Sería estupendo. Claire - Deja la maleta aquí, ya la subiremos después. Claire - Bien, este es la habitación de tu prima Joan. Claire- Hoy esta considerablemente ordenada. Sussie - Es bonita. Claire - Sí, es muy romántica, ¿verdad?. Ya sabes que esta casa era la que utilizaban tus bisabuelos como residencia de verano. La mayoría de las cosas que tenemos son originales de la casa. Claire - Pero bueno, cuando la abuela nos dio la casa no había dinero para una remodelación y ahora ya les hemos cogido cariño. Claire - Bien, y esta es mi habitación, no hay mucho que enseñar. Cama, cómoda, silla... Y normalmente las cosas del estudio, pero ahora las he trasladado al porche, para que puedas subir a tu cuarto. Sussie - ¿Mi cuarto? Claire - Ehm sí. Siento que tengas el último piso, pero pensámos que con todo lo que estás pasando te gustaría tener intimidad y bueno... Deja que te lo enseñe. Claire - Este es el desván. Y esto es todo lo que hemos podido hacer. Pero como tu madre avisó con tan poco tiempo... Sussie - Muchas gracias. Claire - No está embrujado, haha... Aunque hay unos cuantos trastos viejos por ahí. Hemos oído que te gusta escribir, así que tu prima te ha sacado unos cuadernos que tenía, por si te viene la inspiración. Y tienes toallas limpias en cima de la cama. Sé que no es mucho, pero... Sussie - Es estupendo, de verdad. Claire - Me alegro de que te guste. Claire - En fín, voy a subir tu maleta y a preparar la cena, aunque Joan es la que cocina normalmente. Dúchate si quieres y ponte cómoda, que ha sido un largo viaje. Te avisaré cuando al cena esté lista. Sussie - Perfecto, Gracias. No me dio tiempo a darme una ducha, ni a ponerme cómoda. Aunque dudaba de si alguna vez llegaría a estar cómoda en aquella casa. No podía negar que adoraba mi cuarto. Era justo lo que necesitaba, un lugar aislado donde poder encerrarme con mis libros a escribir y olvidar todo lo demás. Un lugar donde... Joan - Hahahaha... Y entonces le dije: Fred, claro que iré contigo a la fiesta, ¿Qué clase de pregunta es esa? Pero se refería a ir juntos, mamá, a ir juntos, juntos. ¡Fred quiere que salgamos juntos! ¿No es maravilloso? Claire - Sí, hija, pero ya sabes que no me hace ninguna gracia esa fiesta. Joan - ¿Qué quieres decir con ninguna gracia? ¿Que no podré ir? Mamá no me digas eso por favor... Sussie - Hola. Claire - Mira, Joan, esta es Sussie, tu prima. Aunque no creo que te acuerdes muy bien de ell... Joan - ¡Claro que sí! Nos peleamos una vez por un peluche. Al final te hice llorar, lo siento. Sussie - Ehm, no me acuerdo. Así que no importa. Joan - Sí, sí que importa. Porque ahora será diferente, ya no nos pelearemos. Seremos amigas Sussie. Joan era tan guapa. Las Harmon siempre habían tenido un físico envidiable, suponiendo que yo sea la escepción que confirma la regla. Sussie - Sí, claro. Pero Joan era especial. El castaño de su pelo no era como el nuestro, era más claro, con reflejos dorados, como si fuera de oro. Y sus ojos no eran los típicos ojos de las Harmon, eran de una zul tan intenso que resultaba casi imposible dejar de mirarlos. Y su voz, y su forma de moverse como si controlara la situación a la perfección. Me moría de envidia. Joan - De hecho, podrías venir a la fiesta con mis amigos. Joan - ¿No te parece una buena idea, mamá? Claire - No sé... Joan - ¿Pero por qué no? Yo rezazba porque mi tía persistiera con la negativa. Pero pocos podían negarle nada a la encantadora Joan. Ni si quiera yo. Claire - Bueno, he oído que eres una chica responsable Sussie. Tú podrías controlar a esta cabeza loca. Joan - ¿Eso es un sí? Claire - Solo si Sussie quiere, por supuesto. Joan - ¿Lo harás Sussie? ¿Vendrás conmigo a la fiesta? Sussie - Sí, supongo que... Joan - ¡Genial! Joan - Es en fin de año, en casa de uno de los chicos más guapos. Pero no el más guapo. Ese es Fred. ¡Ya le conocerás! ¡Oh, Sussie! Todo será perfecto. Oh, Dios. ¿En qué lío me había metido? Realmente dudaba que nada fuera a salir bien, ni mucho menos perfecto. No llevaba más que dos horas en aquella casa y ya me veía obligada a ir a una fiesta. La primera fiesta de mi vida y además en casa de alguien que no conocía, con nadie que conociera más que a mi prima. Que posíblemente se iría con el tal Fred... Aquello era un desastre, pero de los grandes. Lo bueno era que tanta emoción estaba llenando las páginas de mi diario y me alegraba poder escribir algo por fin, que no fueran relatos inventados para practicar mi narrativa. Joan ha planeado una tarde de compras, y una cena y quiere llevarme a patinar. A este ritmo acabará con migo en pocos días. Lo bueno es que me libraré de la fiesta. Pero eso ya es otra historia... ...para otro capítulo. Editado 10 sep 2012 por Sarah_hsa Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 25 dic 2011 Genial, me has engachado con la historia. Por favor sigue, me encanta. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 dic 2011 Me ha encantado el capi, esta historia pinta muy bien :3 Y el desván me da miedo xD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 dic 2011 Esta muy buena la historia Sarah Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 dic 2011 Muy buena,enhorabuena :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 dic 2011 ^.^ joo k guay!!! pinta bien, xD es una de las k me gustan!!! sube pronto porfii!!! :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 dic 2011 ¡Hola a todos! Me alegro un montón de que os haya gustado. El desván no está embrujado, ya lo dijo Claire. Así que de momento no tengas miedo Amanda. Luego ya veremos si estaba equivocada o no... Y a los demás deciros que muchas gracias por vuestros comentarios y que intentaré subir el próximo capi todo lo rápido que pueda. Espero que os guste este también. Capítulo 2 - All I want for Christmas is you Lakedown es un híbrido inclasificable entre pueblo y ciudad. Tan pronto levantas la vista al cielo y no te alcanza para ver la cima de los edificios como estás rodeado de árboles y casitas. El hecho de que esté al lado de la costa tampoco lo hace menos peculiar. Sí, sin duda sorpendente. Y muy inspirador. Lamentablemente incentivada por esa inspiración decidí salir a correr. Sé que suena extraño que yo con dos pies izquierdos salga a correr, pero por alguna razón que se escapa a mi entendimiento es el único deporte que se me da bien. Puedo correr durante horas sin descanso. Bueno, tal vez eso sea un poco exagerado, pero si es cierto que... ¡NO POR FAVOR! Sí, es cierto, puedo correr largo y tendido. Pero los reflejos y frenar no son lo mío. Por eso pasó lo que pasó, por eso cuando Leo, así se llama, salía del "Dispensa" con su vaso de café tropecé con él. Y comenzó una nueva serie de catástrofes. Empezando por mi reacción. Al principio me quedé en estado de shock, pero no asustada, si no embobada. Babeando, no literalmente, por lo que tenía delante. Estaba tan alucinada que no era consciente de la realidad. ¿Pensaba que estaba soñando? No sé. No hay explicación posible que justifique mi comportamiento y esa cara de idiota. Leo - ¿Estás bien? Y allí estaba yo, colgando del cuello de un completo desconocido, y tan normal. Sussie - Sí, sí. No ha sido nada... Leo - Me alegro. Parece que la única víctima ha sido el café. Entonces, al ver la mancha marrón y humeante de café que se extendía por el suelo reaccioné. Sussie - ¡Oh , Dios! Lo siento. No sé que me ha pasado. Sussie - Bueno, sí. He tropezado. Tropiezo todo el rato. Soy una torpe y... Y ahora mismo debes pensar que estoy loca o algo. ¿No? Leo - Sí. Hahaha. O algo. Dios, vuélvete a reír. Se reía tan bien que hasta yo sentía ganas de hacerlo. Incluso sintiéndome tan avergonzada como me sentía. Leo - Bueno, ¿Y cómo te llamas? Sussie - Ehm.. Susanne, bueno, Sussie. Leo - Fantástico, Sussie. Bien, pues yo soy Leo. Y ahora que ya no somos desconocidos debes pasar y tomarte un café conmigo. ¿Qué? ¿Acababa de pedirme salir? Bueno, no salir, salir. ¡Qué demonios! ¡No! Sussie - Ehm... Bueno, es que yo... estaba corriendo y, no quiero hacer esperar a mi tía y... Leo - ¡Ay, señor! Lo siento Sussie, pero por el bien de los peatones de esta ciudad no puedo dejar que sigas corriendo medio dormida. Necesitas tomar un café. Leo - Además me lo debes. Has matado mi café. Lo mínimo sería que me acompañaras a por otro. Sussie - ¿Y no puedo compensártelo de otra forma? ¡Podría pagártelo! Cualquier cosa antes que eso. De momento mi amor platónico pensaba que me había tropezado con él por que estaba dormida. Probablemente no volviera a verle. Pero no podía dejar que se enterara de lo torpe que era en realidad. Leo - ¡Hahahaha! Ay señor, Sussie. ¡Pero que testaruda eres! Se acabó, había vuelto a reírse de aquella manera. Me tomaría un café con él aunque tuviera que pegarme la taza a las manos. Leo - ¡Bienvenida a Dispensa! Sussie - ¡Wow! ¡Es genial! Sussie - Pero ¿Y los camareros? Leo - Aquí no hay camareros. Solo Loonie. La gente se trae sus libros, coge de las máquinas expendedoras lo que quiere y listo. Leo - ¡Hola de nuevo, Loonie! Roonie - También puedes hacerte unas tostadas. ¿Qué se te ha perdido? Leo - Mi amiga y yo querríamos una mesa. Roonie - Bien, ya sabes lo que hay. Aunque te advierto que en la que está al lado del árbol han robado la tostadora. Leo - ¿Te gusta este sitio? Podía observar toda la cafetería desde donde estábamos. No era un sitio muy grande, pero era acogedor y el ambiente era relajado. Los villancicos sonaban de fondo, y por encima el murmullo de las joviales conversaciones que mantenían los comensales mientras disfrutaban de algo caliente. Y el teclear de un trabajador un tanto frustrado. Todos a salvo del frío en aquel pequeño rincón de Dispensa. Y yó en mi propio rincón... Con mi propio príncipe azul. Leo - ¿En qué piensas? Sussie - En lo genial que es este lugar. Tan tranquilo y tan calentito. ¡Parece perfecto! Lo único que da un poco de miedo es ese tal Loonie... Leo - En realidad se llama Roonie, pero como esta un poco ido, todos le llamamo Loonie. Yo no le culpo. Su padre le abandonó cuando cumplió los dieciseis y como su madre está en depresión, él es quien debe encargarse de todo esto. Sussie - Pobre Roonie... O Loonie.. Leo - No debes preocuparte. Este sitio pronto cerrará y Loonie será libre. Sussie - ¿Por qué dices eso? Leo - ¡Como todos los sitios que merecen la pena! La crisis acabará con ellos porque son especiales y cuesta mantenerlos. Ya has oído, ¡Hasta roban tostadoras! Al principio, además de las máquinas, el té y las tostadas, también había galletas y otros dulces, luego tuvieron que quitarlos porque la gente solo los cogía y se iba. Pronto tampoco les saldrá rentable ni el té y se acabará todo. Sussie - Eso es terrible. ¿Ni aun cobrando por mesa junto con las máquinas como hacen ahora...? Leo - No te preocupes Sussie. Aunque perdamos este sitio tan maravilloso Loonie tendrá la oportunidad de vivir su vida. Sussie - Todo tiene su lado positivo. ¿No es cierto? No podía evitar pensar en el divorcio de mis padres, y como a pesar de lo terrible que era pasar las navidades entre desconocidos, el hecho de haberme tropezado con Leo había sido todo un regalo de navidad. Leo - Sussie. Sussie - ¿Sí? Leo - Me alegro de que me tiraras el café. ¿Había dicho que me hipnotizaba su sonrisa? No me había fijado bien en sus ojos. Aquel color marrón brillaba de forma extraña, eran como amarillos. También hipnóticos, sin dudarlo. Me hechizaban. Todo él era un imán. Sussie - Sí... Hehe... Todo tiene un lado positivo. Cuando salimos de Dispensa nos azotó un viento helado gracias al cual, yo creo, conseguí salir de allí. Si no habría querido quedarme con Leo para siempre. Sussie - ¡Qué frío! Leo - Sí, pronto nevará. Sussie - ¿Aquí nieva? Leo - ¡Claro que sí! A montones. Sussie - Bueno, Leo... Será mejor que me vaya antes de que me congele. Leo - Tengo el coche a la vuelta de la esquina. Podría llevarte y así no pasarías frío. Sussie - Ehm, no, no... El frío parecía haber traído de vuelta mi timidez. Sussie - La verdad es que prefiero ir corriendo. Leo - Está bien. Leo - ¿Y volveré a verte? ¿O tendré que esperar a que me arrolles otra vez? Sussie - Este sitio está muy bien. Puede que vuelta por aquí. Sí, parece que todo tiene su lado positivo. Nunca había sentido gran entusiasmo por los regalos de navidad desde que descubrí la terrible verdad de que los padres hacen todo el trabajo. Pero este año lo tengo claro. Pueden olvidarse de todo lo demás. Lo único que quiero es a él. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 dic 2011 Que capítulo más bonito, aquí tienes una seguidora, me ha conquistado tu historia. Leo se parece al de Crepúsculo. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 dic 2011 Eso mismo iba a decir yo, se parece A Edward. Y aiiis, que Sussie se nos ha enamorado :3 Más capi, más, que este me ha encantado :3 Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 2 ene 2012 (editado) ¡Hola de nuevo! Gracias a todos por comentar otra vez. Sí, es él. Hahaha... Es que me encanta bajarme meshes de famosos, ya encontrareis otros en este capi. Y bueno, también me encanta él, para que nos vamos a engañar. Qué se le va a hacer si se lo va a quedar Sussie, o eso esperemos. xD En fin, aquí os pongo otro capi. ¡Espero que os guste! Ya me contareis. Capítulo 3 - Ding Dong Tragedy on High Uploaded with ImageShack.us Hombre del tiempo - Y una nevada cena de Navidad es lo que nos espera a todos hoy. Y según las predicciones caerá con fuerza y largo y tendido; Recomendamos un buen abrigo y a ser posible un chocolate caliente. Presentador - Y en buena compañía, ¿No Greg? Hombre del tiempo - Sí, no hay nada mejor para calentarse que la calidez de la familia en Navidad.... La nieve me recibió a la mañana siguiente, tal y como había predecido Leo. Y se prolongó durante varios días más. No pude evitar sonreír al recordar su nombre. Aunque por desgracia eso había impedido que saliera a correr y regresara al Dispensa en busca de mi amor. Joan - ¡Qué aburrimiento! Sussie, hagamos algo. Joan estaba tan guapa como de costumbre. El jersey que llevaba iba a juego con sus ojos y resaltaba, si era posible, aún más el intenso color azul de su iris. [/url Sussie - ¿Y qué quieres hacer? Ya has visto como nieva. Repasando lo que escribí ayer, me doy cuenta de que no hablamos de mucho en realidad. Pero también es notable lo cómoda que me sentía con él, y que no derramé la taza de café. Eso viniendo de una patosa como yo ya es mucho. Quiero, no, necesito verle de nuevo. Joan - Bueno, pero aquí nieva siempre. No te digo de ir muy lejos. A un par de manzanas hay un restaurante. Sussie - Mira que eres cabezota ¿Eh? No quería salir. Estaba demsiado emocionada escribiendo y releyendo los sucesos del día anterior. Joan - Bueno, tú pareces entretenida. ¿Qué escribes? ¿Puedo leerlo? Sussie - ¡No! Quiero decir... Joan parecía irritada ante mi negativa. Claro que era de suponer que como nadie solía negarle nada mi reacción le resultara bastante chocante. Sussie - Bueno, quiero decir que, tampoco nieva tanto ¿No? Joan - Ese es el espíritu, Sussie. Además, aún falta mucho para que vuelva mi madre. Joan - ¡Abriguémonos y en marcha! Joan - ¡No puedo creer que estuviera cerrado! Ese sitio nunca cierra. A mi prima le costaba creer que su plan se hubiera visto frustrado por las vacaciones de Navidad. Joan - He ido mil veces allí y siempre abierto. Yo en cambio comprendía perfectamente como el dueño del restaurante había preferido quedarse en casa y no abrir un día como hoy. Con el frío que hacía. Joan - Lo siento Sussie. Debí hacerte caso y no haber salido. Sussie - No te preocupes Joan. Joan - ¡Claro que me preocupo! Blablablabla... Mientras mi prima seguía lamentándose me di cuenta de que yo ya había estado en aquel sitio. Mis ojos fueron instintivamente hacia el lugar indicado. Y allí estaba. Solo una manzana más y estaríamos en el Dispensa. Las posibilidades de que encontrásemos a Leo eran mínimas, pero tenía que intentarlo. Joan - Indignante, indignante... Sussie - Joan ¿Sabes qué? Todavía podemos tomar algo caliente si quieres. Joan - ¿Qué diceds Sussie? Vayamos a casa. No conozco ningún otro sitio cerca de aquí. Sussie - ¡Pero yo sí! Está justo ahí. Se llama Dispensa. Joan - Hahaha... Por lo visto conoces mejor que yo mi ciudad. Está bien. Vayamos a tomar algo. Era felíz. Había convencido fácilmente a Joan de que fuéramos al Dispensa. Quién habría augurado las desgracias que estaban a punto de sucederse gracias a mi brillante idea. Joan - ¡Oh dios mío! Dios, dios, dios... Sussie - ¿Qué pasa? No entendía por qué demonios mi prima estaba invocando al señor como una loca. Sobre todo conociendo sus niveles de beatitud. Joan - ¿Vés a ese chico de ahí? ¡Es Fred! Ehm... Jope Sussie, ¿Tenías que ponerte ese gorro precisamente hoy? Sussie - ¿Qué pasa? Sussie - A mi me gusta... Joan - Olvídalo. Venga, démonos prisa. Sussie - Yo preferiría no... Gracias al comentario de mi prima ahora me sentía como un payaso. Me encantaba ese gorro, me lo había puesto mil veces. Pero por alguna razón ahora sentía como si me hiciera parecer un payaso. Joan - ¡Hombre, chicos! Fred - ¡Hey Joan! ¿Qué haces tú aquí? Joan - He venido porque mi prima se a empeñado. Aunque la verdad es que nunca había estado aquí. Fred - ¡Qué casualidad! Lucas - Sí, mi primo también se ha empeñado en venir. Ahora está dentro comprando algo. Fred - Bueno, al menos nos hemos encontrado. ¿Por qué no aprovechamos? No muy lejos han montado una pista de patinaje sobre hielo. Joan - ¡Fred, eso es una idea estupenda! Fred era el típico chico con el que siempre habría imaginado a Joan. Alto, fuerte, guapo, simpático y también tenía una risa bonita. Aunque todo hay que decirlo, para nada una risa como la de ¿Leo? Joan - Sí, Sussie. ¿Recuerdas que te dije que iríamos a patinar? ¡Es la oportunidad perfecta! Sé que no te hace mucha gracia pero... Leo - ¡Lo siento por la espera! ¿Qué pasa? Lucas - Es la novia de Fred. Fred - Sí, tienes que conocerla. Fred - ¡Chicas! Este es... Leo - ¿Sussie? Sussie - Hola Leo. ¡Se acordaba de mi nombre! ¡Mejor aun! ¡Se acordaba de mí! ¡Hasta me había reconocido con el gorro de payaso! Leo - Por cierto, bonito gorro. Me gusta. ¡Mejor todavía! ¡Hasta le gustaba mi gorro! Era el hombre perfecto, estaba claro. Sussie - Gracias. Leo - Oye, ¿Dónde te metiste ayer? Pasé por aquí pero no estabas. Me disponía a explicarle que no pude ir porque nevaba y no se me ocurría una escusa para poder salir. Quería decirle que me pasé todo el día preguntándome si habría ido o no, que me pasé todo el día pensando en él. Pero no pude. Porque ahí estaba Joan. Joan - ¡Es que se pasó escribiendo todo el día! ¡Yo soy Joan! Joan - Soy su prima. ¿No te ha hablado de mí? Sussie - En realidad nos conocimos el otro día cuando fui a correr. Sussie - Por eso conocía el Dispensa, porque estuvimos aquí. Joan - ¡Ah! Que divertido. Oye Leo, debes venir a patinar con nosotros. Leo - Tú eres la novia de Fred ¿No? Joan - ¿Qué? No, solo somos amigos. Hahaha.. Pero lo que decía. ¿Por qué no te vienes? No te enamores de ella, no te enamores de ella, no te enamores de ella... Mientras Joan le explicaba a Leo el plan yo solo podía pensar en eso. Joan había desplegado sus mil encantos. Ella era así, siempre tan jovial y tan, tan guapa. No podía evitarlo. ¿Y qué quería decir con buenos amigos? Aun no se habían besado ni nada, pero era evidente que entre ellos había algo. ¡Iban a ir juntos a la fiesta! Joan - ¿Qué opinais chicos? ¿No deberíamos ir todos a patinar? Joan - ¡Fred! ¿No crees que es una buena idea? Fred - Ehm... sí. Supongo que sí. Por el entusiasmo de Fred podía deducirse que cuando dijo aprovechemos y vayamos a patinar se refería únicamente a Joan y a él. Pero el plan se había torcido... Joan - Pues pongámonos en marcha. ¿Iremso en tu coche, Fred? Y bastante. ¿Qué demonios hacía joan? Fred - Sí. Fred - En mi coche. Entusiastamente se había colgado del hombro de Leo, como si fuera suyo. Y encima yo no podía dejar de mirarles. Joan - ¿No vienes Sussie? Tenía un nudo en el estómago y estaba haciendo el mayor esfuerzo posible por no llorar. Sussie - Ehm sí... Sussie - Es que me había quedado atontada. Apreté los ojos con fuerza para cortarle el paso a una lágrima. Habría jurado que Leo también se quedó mirándome. Aunque no podría afirmarlo con seguridad porque cerré los ojos y cuando volví a abrirlos Joan ya se lo había llevado. Joan - Vamos Leo. ¡Qué se van sin nosotros! Mientras caminábamos hasta el coche de Fred continué luchando contra mis lágrimas. Después de pensarlo un rato pensé que era hora de contarle lo que sentía a mi prima. Yo nunca me había enamorado antes, ella tenía a Fred y podía tener a cualquier otro. Pero a Leo no. Realenticé el paso y cuando consideré que estaban lo suficientemente lejos, abordé a Joan. Sussie - Joan espera. Joan - ¿Qué quieres? Sussie - Tengo que hablarte de Leo. Joan - ¡Lo sé! Es guapisimo ¿Verdad? ¿Te ha dicho que le gusto? No que tontería, no ha tenido tiempo de decírtelo. Dios, tía. Babeo por su cuerpo. Sussie - No, Joan mira... Yo... Joan - Venga, dime. Sussie - Yo... también babeo por su cuerpo. Me parecía que la expresión sonaba estúpida saliendo de mi boca. Joan - ¿Qué? Hahaha... Sussie - Que me gusta... Muchísimo. Joan, por favor. Tu ya tienes a Fred. Tú sabes como funciona esto. Ayúdame a gustarle. Joan - Sí que vas en serio... Lo siento Sussie. Te ayudaría pero... Sussie - Pero estás tan enamorada que no puedes resignarte ¿No? Joan - ¡Exacto! Me alegra ver que lo entiendes. Eres la mejor prima del mundo Sussie. Joan - Además es mejor así. Joan - No te ofendas Sussie. Pero tampoco creo que tú seas el tipo de Leo. Joan - ¡Dios! Es que es tan guapo. ¡Voy a hablar un rato con él! Luego te cuento. Sussie - ¡Joan espera! No podía creerlo. ¿Cómo era capaz de ser tan egoísta? ¿O quizás era yo la que estaba comportandose mal? No. Definitivamente no. Joan estaba siendo hasta cruel. Coqueteaba con Leo delante de Fred, de mí... ¿Era verdad que yo no era su tipo? ¿Qué a Leo le gustaba Joan? Si era así poco podía hacer aunque fuera injusto. Pero Joan no estaba realmente enamorada de él. Al igual que tampoco lo había estado de Fred. Joan - ¡Qué frío hace! Leo parecçia corresponderla y eso me partía el corazón. Y tendría que aguantarles toda la tarde patinando de la mano. Joan - ¿Verdad? Leo - Sí. Deseaba que Joan cayera al suelo se torciera un tobillo y no pudiera patinar. Sé que suena cruel, pero desgraciadamente esto era lo que sentía. También deseaba que al escribir este episodio no se me mancharan las páginas de lagrimones. Pero no ha sido así. Editado 2 ene 2012 por Sarah_hsa Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 3 ene 2012 Pues he de decir que al principio Joan me caía bien, pero ahora no, es una caprichosa y va de flor en flor cada vez que quiere, consentida Para mí que Leo está actuando como muy tajante con Joan, seguramente porque opine lo mismo que yo de ella Espero que quien le guste sea Sussie :3 Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 3 ene 2012 Umm... No es por ser cruel yo tampoco, pero ojalá Joan se parta la crisma patinando! muahahaha Cierto es que no la conocemos y puede que sea una falsa impresión, pero me da lo mismo!! hehehe Porque, además, me siento muy identificada con Sussie!! =P Por cierto, me ha encantado el comentario de Leo sobre el gorro de Sussie! Qué monoooo!! ^^ Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 4 ene 2012 ¡ME ENCANTA! ¡ME ENCANTAAA! Y Leo es guapíiiiiiisimo *_* A mí también me recordaba muchísimo a Edward Cullen xD Y Fred me recuerda a Emment pero un poco menos musculoso xd ODIO a Joan. Lamentablemente conozco personas así en la vida real ¬¬ Me siento identificada con Sussie. Soy una torpe y no solo eso, también suelo meter la pata hablando y esas cosas. Vamos, que soy un desastre xD Las fotos están geniales y las posturas y todo van con el texto. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 16 ene 2012 Hola a todos de nuevo. Y lo siento por tardar un poco bastante más de la cuenta en subir nuevo capi. Pero es que se han acabado las vacaciones... Ya estaba yo asustada porque no iba a poder actualizar. Pero aquí está, el nuevo capi. Espero que os guste y también espero no tardar tanto en subir el próximo. Hehehehe... Saludos a todos y ya os dejo leer! =) Capítulo 4 - O Come All Ye Love Joan - ¡Siempre estás igual! ¡Estoy harta, Fred! Los gritos histéricos de mi prima inundaban toda la plaza. Afortunadamente la nieve había evitado que los paseantes salieran a contemplar el espectáculo. Con lo bien que había ido el día hasta ahora, habría preferido quedarme en casa yo también. Fred - ¡Maldita sea, Joan! ¿Y ahora que he hecho? ¡Solo te he pedido que te quedarás atras conmigo para hablar! Recapitulemos. Íbamos de camino a la pista de patinaje, pero justo antes de llegar Fred agarró a mi prima, quien seguía pegada como una lapa a Leo, para hablar con ella. Joan no quiso, se calló al suelo y solo dios sabrá si por lo ridícula que se sentía o por pura conveniencia estalló en gritos. Joan - ¡Me has tirado al suelo! ¿Qué pasa? ¿No puedes esperar ni cinco minutos? Joan - ¿No eres el ombligo del mundo, lo sabías? Fred - Bien, Joan. Cálmate. Siento haberte tirado al suelo. ¿Podemos simplemente patinar y estar bien otra vez? ¡Hagamos como si nada hubiera pasado! Joan - Claro, como si nada. ¿No? Eso es, Fred. Importa una mierda que dicutamos. ¡Nuestra relación te importa una mierda! Fred - ¡Pero Joan! Claro que me importas, qué tonterías dices. Joan - ¿Sabes qué? Da igual. Olvídate de mí. Y no voy a patinar, porque gracias a tí estoy empapada. Adios, Fred. Fred - ¿Qué dices? ¡Joan! ¡Espera! Y mi prima dio media vuelta y se largó. Con Fred corriendo detrás por supuesto. Había montado su escenita, sembrado el drama y se había convertido de nuevo en el centro de atención. Sus lágrimas eran la guinda para su perfecta interpretación. Sentía pena por Fred. Antes no me había parecido el tipo de chico que va corriendo detrás de una consentida. Pero al parecer el poder de Joan no tenía límites. Sussie - Buff... ¡Menos mal que se han ido! ¡Oh no! ¿Había dicho eso en voz alta? ¿Había sonreído? Leo - No pareces muy triste por tu prima. Apunto estaba de comenzar a balbucear un trillon de escusas cuando Sean me salvó. Sean - La verdad que yo también me alegro. Joan siempre hace con Fred lo que quiere. Sean - Me apuesto lo que sea a que de todas formas sigue invitándola a la fiesta. Sean - Y parece que a ti también te ha echado el ojo, así que yo me andaría con cuidado. En fin. Será mejor que me vaya. Fred estará furioso y necesitará hablar. Genial. Hasta Fred se había dado cuenta del asunto. Eso quería decir que Leo sabía que tenía vía libre para salir con la encantadora de Joan. Y si era cierto que ella le gustaba... Leo - Yo me quedo aquí. Eres su mejor amigo, querrá hablar contigo. Sean -¿Y qué vas a hacer? No sabía si había oído bien, pero juraría que Leo iba a quedarse. A solas. Conmigo. Leo - Patinar. ¿No? Sean - Esta bien. Pero recuerda que a las seis tenemos que estár en casa para la cena. Leo - ¡Sí! Notaba como mi corazón latía más y más fuerte contra mi pecho. A pesar de la nieve me invadían olas de calor. Me estaba poniendo nerviosísima. ¿A qué venía todo aquello? ¿Y patinar? El poco encanto que hubiera podido ver en mí iba a caerse conmigo en cuanto entráramos a la pista. ¿Quién quiere salir con un pato mareado? Sussie - ¡Adios! Sean - ¡Adios, Sussie! ¡Y felíz Navidad! Por mucho que deseara estar con Leo no podía permitirme perder la poca dignidad que me quedaba. Y mucho menos si quería conquistarlo. No podía hacer más el ridículo. Así que decidí escabullirme. Sussie - Bueno. Yo también debería irme. Joan también parecía furiosa. Y soy su prima. Querrá hablar conmigo. Leo - ¿Bromeas? ¿Vas a dejarme aquí solo? Sussie - Pero es que yo... Leo - Venga, Sussie. Será divertido. Confía en mí, yo te ayudaré. No podría dejar de mirarle a los ojos y... ¡Oh! Me había cogido de la mano. Leo - Ven. Patinaremos juntos. Leo - No dejaré que te caigas. Notaba sus dedos fríos contra los míos, también fríos. Pero no importaba lo conjeladas que estuvieran nuestras manos. Era una sensación maravillosa notar como cada una de sus articulaciones encajaba con las mías, como si nuestras manos hubieran sido hechas la una para la otra. Y así de repente... Leo - Muy bien, así. Estábamos patinando. Sussie - Me tiemblan las rodillas. Hehe... Leo - Eso es porque te falta seguridad. En un par de vueltas serás toda una profesional. Sussie - Creo que harán falta más de un par de vueltas para eso. Yo sabía que no conseguiría estabilizarme nunca. Y no por que Leo fuera un mal profesor, sino porque su presencia me alteraba. Me ponía tan nerviosa que era incapaz de concentrarme en el movimiento de mis pies. Aun así no tenía miedo. Ya no. Sabía que Leo no me dejaría caer. Y estaba tan cómoda a su lado. Parecía que la seguridad que me aportaba Leo menguara mi torpeza. Como en la cafetería cuando no derramé ni una gota de café. O en aquel momento, patinando. Leo - ¡Muy bien, Sussie! Leo - ¡Ya casi lo tienes! Sussie - ¡Sí! ¡Es incríble! Hubo un momento de silencio en el que sus ojos ambarinos se posaron en mi fijamente. Leo - Eres preciosa, Sussie. No hay palabras para describir lo que sentí en ese momento. Ese momento en el que sentí la calidez de su aliento acariciando mis labios. Ese momento en el que su boca se fundió con mi boca mientras seguíamos deslizándonos suavemente sobre el hielo. Ese momento en el que un escalofrío me recorrió toda entera. Y cuando me envolvió entre sus brazos, convirtiendo el suave y tierno primer beso en pasión. Puedo contaros lo que pasó, Pero no podré encontrar nunca las palabras para describir lo que sentí la primera vez que mis labios se encontraron con los de Leo. No podría haber imaginado un primer beso más perfecto. Es de imaginar, que de ahí hasta las seis que me dejó en casa, viví en una nube. Nos despedimos y quedamos en vernos a la mañana siguiente en el Dispensa. Aunque yo ya estaba impaciente por ver de nuevo su sonrisa. Cuando llegué a casa la cena ya estaba esperándome en la mesa. En casa de mi tía no le tienen mucho cariño a la Navidad. Pero una cena copiosa el día de nochebuena no falta nunca. Joan era quien había cocinado. Y había de reconocer que el pavo estaba francamente bueno. Delicioso a decir verdad. Sentía cierta envidia al recordar el sabor de mis spaguetti quemados de la última vez que cociné. Claire - Bueno, ¿Y qué tal el día? ¿Qué habeis hecho? Joan - ¡Terrible! Fuimos a patinar, pero Fred me tiró al suelo. Así que nos peleamos y lo hemos dejado. Claire - ¿Te tiró al suelo? Sussie - Fue más bien un accidente. Claire - Ya le digo yo siempre que se deje de chicos. Pero nunca me hace caso. Tú no te andes con ninguno Sussie. Joan - Tampoco te preocupes, mamá. De todas formas ya he encontrado sustituto para la fiesta. Me lo pedirá mañana. Y Sussie también tendrá acompañante. ¿No es cierto? Sussie - ¿Qué? Por un momento llegué a plantearme que mi prima hubiera averiguado lo mío con Leo, pero entonces abrió su bocaza. Joan - ¡A Sussie le gusta Sean! Claire - ¿De veras? Sussie - ¡No! Sussie - ¡De verdad que no, tía Claire! Sussie - No es que sea feo ni nada, es solo que... Joan - Es igual. Con esas pintas no vamos a ir a ninguna parte. Necesitas un cambio de look, chica. Claire - ¡Joan! Joan - Pero es verdad. Si al menos accedieras a venir de compras. No entendía por qué mi prima quería que me gustara Sean, pero me daba igual. Ya estaba hasta las narices de sus tejemanejes. ¿Qué era eso de que tenía sustituto y que se lo pediría al día siguiente? ¡Leo estaba conmigo! Y no. No pensaba ir con ella de compras ni a ninguna otra parte. Claire - No le hagas ni caso, Sussie. Y no tienes por qué ir de compras. Joan tiene miles de vestidos y seguro que te prestará alguno. Tenía ganas de que mi tía se desvaneciera para poder contarle a Joan lo que había pasado auqella tarde. Para gritarle que Leo era mío y que le dejara en paz. Sussie - Sí, Joan. ¿Por qué no me enseñas lo que te vas a poner tú y así me hago una idea? Sussie - Tenemos más o menos la misma talla. Seguro que hay algo tuyo que me puedas prestar. Joan - Está bien. Pero habría sido mejor ir de compras. Claire - Mira que eres plasta, Joan. Sussie es una chica lista. Subid. Yo recogeré todo esto. Joan parecía molesta de nuevo. Quizá por el comentario de su madre. Aquella chica me desconcertaba. Joan - Sí, listísima. Subamos. Joan - Bien. Y este es el vestido que me voy a poner. ¿Qué te parece? Sussie - Sí, sí... genial. Joan - Fue bastante caro. Pero mereció la pena. Resalta mis caderas y me queda muy bien el brillante. Joan - ¡Oh, vamos, Sussie! ¡Si ni siquiera estás mirando! ¡Te veo reflejada en el espejo! No, no estaba mirando. Porque me daba igual el vestido de Joan. Solo había algo que quería hacer en aquel momento. Joan - Venga, anda. Dime que te parece. Ahora que me fijaba, la verdad era que a pocas personas les habría quedado mejor un vestido de lentejuelas y de varias capas. Dudaba de si había otro ser en el mundo al que no le hiciera parecer un globo a parte de a mi prima. Que como no estaba espléndida en aquel maldito vestido. Joan - ¿Y bien? Sussie - De verdad que es muy bonito. Joan - ¡Oh venga! ¡Cuéntame que te pasa! ¿Estás preocupada por mí y Fred? Sussie - No... Joan - Ah, bueno. Joan - Porque lo que te digo, que entre nosotros no había nada serio. Además como ahora está Leo... Sussie - Nos hemos besado. Joan - ¿De verdas? ¿Tú y Sean? Joan - ¡Qué bien! Porque nunca pensé que... Sussie - No. Yo y Leo. Esstá tarde. En la pista de hielo. Joan - ¿Qué? Fue un qué de lo más agudo. Su voz sonó hasta estúpida. Fue como una nota mal entonada. Joan - ¿Qué quieres decir con besado? Era mi momento. ¡Por fin! Podría contarle a Joan con cada detalle como me había dicho que era preciosa, me había besado, abrazado y vuelto a besar mil veces. Sussie - Estábamos patinando y entonces... Y así lo hice. Se lo relaté todo. Detalladamente. Muy detalladamente. Aunque la reacción de Joan no fue la que esperaba. Joan - ¡Ah, bueno! Ya me estabas asustando. Joan - Ese beso no significó nada. Yo me he dado mil como esos. Pasan así de repente y se olvidan. Sin más. Y una porra. Mi primer beso con Leo no había sido insignificante. Sussie - ¡Te equivocas! Para algunas personas besarse ¡Sí! significa algo. Sussie - ¿Pero sabes qué? ¡Qué me da igual! Puedes meterte tus historias por donde te plazca. Joan - Está bien. Tú di lo que quieras. Sussie - Me voy a mi habitación. Y sobre lo del vestido ni te molestes. Ya me busco yo la vida. Ah, no. Eso sí que no. Joan no arruinaría uno de los momentos más felices de mi vida. Y aunque sí que me tocó la moral que se tomara nuestro beso tan a la ligera, una vez que me tumbé en mi cuarto y reviví por escrito aquella maravillosa tarde, ya nada pudo perturbarme. Tendría dulces sueños aquella noche. Lo presentía. Serían tan maravillosos como la tarde que había pasado aquel día de noche buena. Leo - Te quiero Sussie. Sussie - Y yo a ti. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 16 ene 2012 Ais!!! k monos!!!!! si esque... se venia enir, xD Seguro k Joane la lia solo por conseguir lo que quiere.... xD como la odio:P Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 17 ene 2012 Oiiis :3 Me ha encantado el capi. Y Joan me está tocando demasiado las narices ya Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 17 ene 2012 :lol2: :lol2: :lol2: :lol2: ¡Sí! Estaba convencida de que liarías a Leo con Joan primero!! ¡Pero mejor así! :) hahaha (Aunque sospecho que se avecinan curvas...) Me ha encantado el capi, ha sido muy moñas! juas juas Y me encanta, me encanta, me encanta Leo!!!!! Es tan misterioso! ^^ Espero próximo capi, a ver qué pasa en la fiesta! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 17 ene 2012 Hahaha... Gracias por comentar! Anima mucho, en serio, aunque supongo que eso ya lo sabeis por experiencia Pues como toda novela rosa que se precie el romance Leo-Sussie no va a ser un camino de rosas, o bueno si, con pinchos! xD Pero asi es la vida! Pronto subire un nuevo capi! Hasta entonces... Chanchanchaaaaaaaan... Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 25 ene 2012 No tardes mucho, por favor Me encantó la historia *o* Es que yo soy tan romanticona, sigue, porfiiiiiiiiiiiis. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 27 ene 2012 Muy buena historia me encanta quiero seguir viendo la historia Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 9 feb 2012 Hola chicos!! Lo siento infinitamente por estar tardando tanto en colgar nuevo capi! No voy a dejar esta historia a medio terminar! De hecho el siguiente capi esta casi finito! Pero justo ahora estamos en epoca de examenes y la fashion week tampoco me ha dejado casi tiempo para respirar! En cuanto me quite los examenes de encima os traire capi! =) Perdonadme plis! =) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 9 feb 2012 Hola chicos!! Lo siento infinitamente por estar tardando tanto en colgar nuevo capi! No voy a dejar esta historia a medio terminar! De hecho el siguiente capi esta casi finito! Pero justo ahora estamos en epoca de examenes y la fashion week tampoco me ha dejado casi tiempo para respirar! En cuanto me quite los examenes de encima os traire capi! =) Perdonadme plis! =) Me gusto mucho esta historia *o* Así que esperaré ^^ Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 20 feb 2012 Me tiene enganchada!! Sube pronto :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 23 feb 2012 Dios, me ha encantado el ultimo capitulo. Por supuesto que Leo se quedara con Sussie, aunque Joan no quiera asumirlo, la detesto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 feb 2012 (editado) Por fiiiiiiiiiiin!! Por fin puedo colgar el capitulo! Lo primero gracias por vuestros comentarios y sobre todo por vuestra paciencia. Intentare no mataros con la espera para el proximo pero de verdad de la buena que no he tenido nada de tiempo! Espero que os guste el capitulo y que la espera haya merecido la pena, prometo más y mejor para los dos que quedan! Ya me direis que os parece! ¡Saludos a todos! Capítulo 5 - The perfect gift El olor de las tortitas inundaba toda la casa y me guió hipnotizada hacia la cocina. ¡Adoraba las tortitas! Mi madre solía hacerlas todos los domingos para desayunar Hasta que las cosas se torcieron con mi padre; Entonces para desayunar tomábamos gritos y un poco de lágrimas. Delicioso. Sussie - Buenos días... Joan - ¡Ey! ¡Buenos días! Creo que fue la calidez de la sonrisa de Joan en contraste con el paisaje helador, y la nostalgia que sentía en aquel momento lo que me hizo olvidar a Leo por un segundo. El rencor que sentía hacia mi prima fue sustituído por el eterno agradecimiento hacia un buen desayuno. Joan - ¿Has descansado? Sussie - Sí... Gracias. Joan - He preparado tortitas. Espero que tengas hambre porque son todas para ti. Joan - Mi madre siempre se enfada porque cocino mucho pero como poco. ¡Qué quieres que le haga! ¡Me gusta cocinar! ¿Sussie? Simplemente no sabía qué decir. Me sentía fatal por haber pensado tan mal de Joan el día anterior. Estaba siendo tan buena conmigo... Joan - ¿Está todo bien? No sabía como te gusta el té, así que te he dejado ahí lo necesario para que te lo pongas como quieras. Sussie - Sí, sí... Sussie - ¡Huele delicioso, Joan! Muchas gracias. Sí, era cierto que su comportamiento del día anterior no había sido el ideal, pero... Pero quizás simplemente fuera porque mi prima era una atolondrada cabeza de chorlito. Una inconsciente, quizá porque nunca había tenido que compartir nada con nadie, porque nunca le habían negado nada... Y quizá este desayuno era su forma de pedir disculpas por lo que había hecho. Joan - Oye, Sussie, había pensado ir de compras hoy... Ya sabes. Aprovechar que no nieva e ir a dar una vuelta y tal... ¿Qué te parece? Sussie - Oh... En realidad, yo... Bueno, ya tengo planes. Sussie - He quedado. Quise decir con Leo, pero ya no me sentía tan felíz por haber quedado con él. Me sentía mal por Joan. Joan - Ah, cierto. Leo... Bueno, está bien. Joan - Supongo que así podre ver más tiendas sin hacerte sufrir. Joan - Bueno, yo me voy. Sussie - ¡Pasalo bien! Te veré esta noche. Joan - Sí. Joan - Hasta esta noche. Cuando más tarde llegué al Dispensa, esperaba en contrar a Leo ya allí. Pero no estaba. De hecho el local estaba absolutamente vacío. A escepción de Rooney. Sussie - Ey... Rooney - ¡Ey! ¿Sussie? Sussie - Sí. ¿Cómo es que está esto tan vacío? Rooney - Es Navidad. La gente prefiere estar en sus casas con la familia, por lo general. Sussie - Sí... Hehe... Eso parece. Sussie - En fin, creo que iré a sentarme. Rooney - Sí. Me senté en nuestra mesa a esperar con una buena taza de café. A medida que pasaba el tiempo mis nervios aumentaban. Además a mis nervios los acompañaba la preocupación, por si le había pasado algo. Luego llegó la desesperación. Y aunque por fuera me esforzaba por parecer tranquila, y hasta aburrida, mi corazón iba a mil por hora, las lágrimas luchaban por salir, yo luchaba por no gritar allí mismo y los calores se mezclaban con las náuseas y los escalofríos. Rooney - ¿Sussie? Y entonces llegó la verguenza. Rooney - Lo siento, pero vamos a cerrar. Voy a cerrar... Sussie - Oh... ¿Tan tarde es? ¿No cerrabas a las seis? Rooney - Ya son las seis. Lancé una mirada hacia el reloj de la cafetería, esperando que Rooney se hubiera equivocado. Pero no. Rooney - Si quieres puedo acompañarte a casa. Sussie - ¡Oh! Obviamente se había dado cuenta de que había estado esperando a alguien toda la tarde. De hecho, si se acordaba de mi nombre, probablemente también se acordara de Leo, y probablemente se acordaría del ridículo que había hecho para el resto de la eternidad. Traté de parecer impasible. No quería que sintiera más lástima por mí. Sussie - Eres muy amable Rooney, pero no es necesario. Rooney - Sí, sí, claro... Cogí mi abrigo y salí pitando de allí. Estaba hecha trizas. Solo quería subir al ático a llorar y llorar durante horas. ¿Por qué no había venido? ¿Había pasado algo o me había dejado plantada? ¿Plantada? Solo el hecho de pensarlo hizo que me invadiera una rabia tremenda. No. Estaba harta. No lloraría más. La gente siempre me decepcionaba y yo nunca hacía nada al respecto. Mi madre, mi padre, mi prima y ahora Leo. Esta vez tomaría cartas en el asunto. Entonces llegó la idea, la brillante idea. Leo me había hecho daño, yo no sabía si le importaría o no, pero ahora era mi turno de hacérle daño a él. Sussie - ¡Rooney! Rooney - Sussie, ¿Qué pasa? Sussie - Mira, esto te va a sonar un poco raro, pero... Sussie - ¿Te apetecería venir a una fiesta en fin de año? Rooney - ¿Qué? ¿Yo? ¿Contigo? Sussie - Oh... Olvídalo. Supongo que ha sido estúpido por mi parte pensar que... Rooney - ¡No! Rooney - Puedes contar conmigo. Sussie - ¡Eso es genial! Sussie - ¿Me pasas a buscar a las diez? Sussie - Tendrás que llevar traje. Rooney - Hahaha... Sí, claro. No puedo creer que vaya a trajearme. No podía creer que yo hubiera sido capaz de invitar a Rooney a la fiesta. A penas le conocía de nada. Estaba orgullosa de ser capaz de hablar así con alguien. Y de pronto, ya no me sentía tan triste. He de decir que tampoco me sentía felíz. El hecho de haberme superado a mi misma y la venganza endulzaron que Leo se hubiera olvidado de mí. Ya de vuelta en casa decidí hacer lo que mejor se me daba para dejar de pensar. Leer. Abstraerme de las desgracias del día con un buen libro. Claire - Sussie, es raro que Joan no haya vuelto todavía. ¿Te dijo a donde iba? Sussie - No exactamente, solo dijo que iba de compras. Claire - Supongo que es normal en ella. ¿Puedo pedirte un favor? Sussie - Sí, claro. Lo que quieras. Sí, bueno. No era una tarea agradable. Pero por algun extraño motivo, el realizar tareas domésticas me hacía sentir como en casa. Pero por lo visto aquel día no estaba destinado a ser un día felíz. Joan - Hahahaha... Avancé en silencio hacia la risa de Joan. No sé que esperaba encontrar. Pero desde luego no estaba preparada para lo que iba a ver. Joan - Hasta luego, Leo. Me lo he pasado genial. Leo - Sí, ha estado bien. Sussie - ¡¿Cómo has podido hacerme esto?! Leo - ¡Sussie! ¿Qué tal? Sussie - ¿Qué que tal? ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Me has dejado plantada! Leo - Pero tu prima dijo que no podías ir, que tenías otros planes... Sussie - ¿Y no se te ocurrio llamar? ¿Solo se te ocurrio ir de juerga con Joan? Joan - Es cierto Sussie. Me dijiste que ya habias quedado y... No dijiste que con Leo así que deduje que... Leo - Sussie, deja que te explique... Sussie - ¡Callaos los dos! ¡Ya habeis hecho bastante! ¡Ah! Sussie - ¡Y bonito gorro, Joan! Leo - Sussie... Joan - Jolín... No entiendo por qué... Leo - Cállate Joan, ya has hecho bastante. A medida que me había alejado de ellos mi rabia se convirtió en tristeza. Aunque al mismo tiempo me sentía ridícula por el espectáculo de novia celosa que acababa de montar. Y no podía evitar pensar en lo que habría hecho Joan. Seguramente habría salido con alguna artimaña mucho más "diplomática". Leo pensaría que yo era una idiota histérica. Leo - Sussie... Intenté controlar mi voz para que no se notara que estaba llorando pero me tembló igualmente. Sussie - Déjame... Leo - Sussie, por favor. Perdóname. Deja que te explique todo. Sussie - Es que no... no quiero que me veas llorar. Leo - ¿Es por eso? Vamos Sussie, mi Sussie, lo peor que puede pasar si te veo llorar es que me sienta más culpable porque sea por mi culpa. Sussie - También estoy enfadada. Leo - Lo sé, perdóname ¿Vale?. Joan me dijo que ya habías quedado, no se me ocurrió llamarte porque pensé que lo harías tú cuando quisieras verme. Que quizá yo había ido demasiado deprisa y necesitabas tiempo para pensar después de ayer... Todo ha sido un malentendido. Sussie - Sí... Tú perdóname por no dejarte hablar. Pero estaba furiosa. Leo - Hahaha... Eso no hace falta que lo jures. Bien, si todo había sido un malentendido las cosas estaban arregladas. El tema era que yo no creía que hubiera sido así. No creía que hubiera ningún tipo de malentendido por parte de Joan. Aunque ahora todo mi mundo era Leo en aquella playa. A Joan la dejaríamos para después. Leo - Vamos, quitemos esas lágrimas. Estás más guapa sonriendo. Sussie - Gracias... Sussie - Leo... Hay algo que tengo que decirte. Sussie - Invité a Rooney a la fiesta. Pasará a buscarme e iremos juntos... Estaba furiosa y... Leo - ¿A Rooney? Leo - Bueno, la verdad es que le vendrá bien salir un poco. Pero no te olvides de esto, Leo - Las lentas las bailas conmigo. Sussie - Vale. Leo - Y una cosa más. Leo - Esto es para ti, Sussie. Sussie - ¿Para mí? Leo - Sí, fui con Joan a ver si encontraba un regalo para ti. Joan estaba empeñada en maquillaje pero... Creo que esto es más lo que estaba buscando para que te acordaras de mí. Cuando abrí el paquete y lo vi pensé que era el regalo perfecto. Sussie - Leo es precioso. Leo - ¿De veras te gusta? Joan insistía tanto con el maquillaje que ya no estaba seguro de si... Sussie - Creo que hacer caso a Joan no es una buena opción. Es perfecto. Y así, un día desastroso se convirtió en el regalo perfecto. Continuará... Ya se acerca el final... Chanchanchaaan... Editado 26 feb 2012 por Sarah_hsa Share this post Link to post Compartir en otros sitios