Lynn

"Podrás pensar que con este aspecto parezco una niña pequeña, muy cutie. Me hace parecer débil ¿Verdad? Míralo de otra forma. Algunos sabemos aprovechar bien todas nuestras armas."

Lynn, de padre estadounidense y madre alemana, abandonó su casa en Múnich en cuanto tuvo oportunidad. Estaba harta. De unos padres a los que les importaba un pimiento sus sueños, de un clima horroroso y frío, de gente que, simplemente, no la entendía. Así que a los 18 partió hacia el cálido archipiélago de Isla Paraíso, dónde empezó a estudiar Derecho. Lynn es una chica realmente fuerte, aunque no lo parezca. Como ella misma afirma, prefiere verse así para confundir a la gente. Manipular a las personas es realmente fácil. Desconfía de la mayoría, no se considera tímida, simplemente cautelosa. Puede llegar a ser bastante borde, y esconde una pizca de maldad que aflora a la superficie en el momento menos esperado.

Desde pequeña, se le ha dado bastante bien la fotografía. Comenzó a practicar con una pequeña cámara de carrete cuando tenía seis años, y a partir de ahí descubrió su pasión por este arte. También es otra de las razones por las que decidió mudarse a Isla Paraíso, ya que a Lynn le fascinan todos los paisajes y la exuberante naturaleza del lugar. Sus padres nunca la apoyaron en el tema, y tuvo que pagarse cursos y material por su cuenta. Una de las cosas buenas de Lynn es que si algo le gusta de verdad, difícilmente lo olvida, o se resigna a dejarlo pasar.

En cuanto a relaciones, en el escaso año que ha vivido en Isla Paraíso ha conseguido hacer un pequeño grupo de amigos. Ellos la consideran una persona muy especial, y aseguran (Aunque Lynn lo niega rotundamente) que en cuanto logras romper su coraza protectora es una chica que también tiene su punto tierno y amistoso, aunque la mayoría de las veces se interpone su extraño y malvado encanto. En el tema de relaciones, nunca ha sido de nada serio.

"Soy joven, por dios, ¡Tengo 19 años! Ni se me pasa por la cabeza tener algo consolidado con alguien. El amor es una tontería; simplemente son estúpidas ataduras que no te dejan hacer lo que realmente quieres."

Pero, incluso con este pensamiento en mente, en el último medio año tuvo una relación bastante significativa, incluso se fueron a vivir juntos, pero no acabó nada bien. La chica en cuestión desapareció una mañana sin dar más explicaciones. Y Lynn se quedó muy afectada, aunque no quiera admitirlo.

Y esa es la principal razón que la empujó a apuntarse a SSV. Estaba agobiada. Necesitaba salir de allí, de su apartamento que cada vez era más asfixiante, de los recuerdos que vienen a la mente con simplemente mirar las paredes, o el medio armario que se ha quedado vacío. Y África es el destino perfecto, además de las aventuras que la esperan que harán que se olvide un poco de todo.