Historia cancelada Loveholic: relatos cortos de amores fantásticos

[ohana 0]

Hola, aquí ando otra vez saturándolos con mis cosas y es que no sé ustedes, pero como que estar de vacaciones y luego el veranito, incita a querer hacer muchas cosas y aunque estas historias ya están más que terminadas, esta vez me dieron ganas de compartirlas con ustedes, porque las hice hace casi un año, cuando recién empecé a jugar a los sims 2, jaja.

Para mis relatos cortos, nunca suelo preparar sinopsis ni nada por el estilo, porque de por sí que las historias son cortas, como para querer contarlas o dejarlas al descubierto en 5 líneas, así que mil disculpas por eso.

Bueno, la primera historia se llama la hija de la portera, son 4 capis y como se darán cuenta, estaba dando la novatada con eso de los sims, bueno, espero que les guste. Hasta pronto.

Matilde, la hija de la portera, era una joven muy bella, de hecho era la chica más linda de todo el condominio...

Doña Sarita la portera, y su hermosa hija vivían en un pequeño y modesto departamento del mismo condominio del cual estaba a cargo.

Aquel inmueble del Señorial Paseo de la Reforma, era propiedad de los Del Moral.

Y éstos, madre e hijo vivían habitualmente en Cuernavaca…

Desde allí Doña Amparo dirigía sus negocios por medio de un administrador.

-¿Qué novedades hay

-Las de siempre, Señora. Hortensia Velarde aún debe el alquiler de 6 meses.

-En ese caso, será mejor pedirle que desaloje el apartamento, ya he sido bastante paciente con ésa mujer.

-Como usted ordene, Señora.

Matilde y su madre habían carecido de muchas cosas materiales, pero habían sido felices siempre hasta que un día...

Doña Sarita empezó a sentirse muy mal. Los achaques cada vez eran más frecuentes.

-¿Qué te pasa mamá? ¡¿Qué tienes?! ¡Contéstame!

-Me siento muy mal, no puedo respirar!

-¡Por favor, siéntate aquí, mamá! ¡Ahora mismo iré a la farmacia a comprar tu medicina! ¡Aguanta un poco más, ahora regreso!

Matilde caminó lo más rápido que pudo.

Al querer bajar las escaleras no se percató de que alguien venía subiendo y entonces ambas personas tropezaron fuertemente, Matilde estuvo a punto de caer...

Afortunadamente, el chico lo evitó.

- Lo siento mucho, pero no la vi, señorita...

- No se preocupe, yo también venía muy despistada.

El joven notó cierta preocupación en la chica, y a pesar de eso también notó su hermosura.

-Habré de felicitar a mamá por tener inquilinas tan bonitas.

Adrián Del Moral no se había acercado a la casa de reforma en varios años. Pero por encargo de Doña Amparo, su madre, lo hizo en aquella ocasión.

-Es extraño, nadie responde. ¡¿No hay nadie aquí?! ¡Vengo a pagarle, portera!

Matilde ya de regreso, volvió a encontrarse con él.

-¿Eh? ¡Es él de nuevo!

-¿Qué... desea?

-¿Usted? – dijo el joven con un semblante de sorpresa - Tal vez pueda explicarme... estoy llamando y no contestan.

-¿Quién es usted?

-Como no suelo venir por aquí, no es fácil que me conozcan; soy el hijo de la propietaria. Vine a pagarles porque nuestro administrador está enfermo.

-Ah, pase, por favor.

Una vez en el apartamento:

-¿Eh? ¿Y usted quién es?

Matilde avergonzada, contestó:

-La hija de la portera, mamá está enferma.

-¿Puedo ver a su mamá?... Soy médico y puedo ayudarla, solamente dígame donde esta para poder atenderla.

-Sí, desde luego, Señor.

Adrián fue muy atento y demostró su gran capacidad como médico.

-No se preocupe, su madre se pondrá bien. Le recetaré unos comprimidos y sólo será cuestión de que usted este al tanto de sus medicinas y que no la descuide.

-Gracias doctor.

Luego se despidió de la muchacha.

-¿Cree que sea de cuidado?

-No, pero su corazón parece débil. Hay que vigilar eso. Si usted me lo permite volveré mañana.

-Celebraré que su mamá se mejore, señorita.

-Sí, gracias doctor.

La portera sanó, y desde aquel día las visitas de Adrián se sucedieron con uno y otro pretexto.

-Pasaba por aquí cerca y me dije: voy a ver que hace esta simpática familia.

-Gracias, doctor, usted siempre será bienvenido a nuestra humilde casa.

-A veces me pregunto como no nos habíamos conocido antes. ¿No le parece extraño, Matilde?

-Lo es y no lo es... teniendo en cuenta que usted no solía venir nunca por aquí.

-Es verdad, sin embargo esto ha cambiado, Matilde. La casualidad ha hecho que nos conozcamos y en adelante nos veremos a menudo, se lo prometo.

La relación de los jóvenes cobraba por momentos ese tinte de camarería que procede al amor.

-Adrián y yo vamos a salir, mamá.

-Se la devolveré pronto, señora.

-Sé que en sus manos Matilde está segura.

Ese día fue maravilloso para ambos, ya que aparte de disfrutar de su mutua compañía...

Compartían el más sincero y sublime sentimiento… el amor.

Aquella relación, si bien era de su agrado como madre, estaba condenada no obstante al fracaso.

-Ese joven no sabe disimularlo, la quiere... pero cuando su mamá se entere, cortará por lo sano. ¡Doña Amparo es algo especial! ¡Pobre Matilde!... Matilde no es nadie, cuando mucho mi hija... ¡La hija de la portera!

Como ella temía sucedió lo peor.

-¿Eh? ¡Adrián!.... ¡Oh! ¡Ésa muchacha es...! ¡Caramba, qué sorpresa para Doña Amparo!

Y como el Administrador era un tipo rastrero, de esas personas a quienes les gusta el chisme...

-¡Doña Amparo tengo algo muy grave que comunicarle!

-¿A cerca de qué?

-De su hijo.

-¡Hable, se lo suplico!

-Verá usted, hoy estuve en México y al ir a la casa de Reforma, sorprendí a su hijo que salía... aunque no solo. Adrián acompañaba a una linda joven. ¿Adivina usted a quién?... ¡Acompañaba a la hija de la portera!

-¿Cómo dice? ¿Que Adrián...?

-¡Eso no puede ser! ¡Es absurdo!

-Así es Señora, y por lo que pude advertir, o son novios o están a punto de serlo.

-Gracias, yo hablaré con Adrián.

Doña Amparo no soportaba la idea de que su hijo se relacionara con Matilde por lo que decidió viajar a México e ir a hablar con Doña Sarita. Su presencia, nueva en largos años, sorprendió a los inquilinos.

-¿No es ésa la propietaria?

-¿Es raro, no?

No sorprendió en cambio a la portera.

-Pase, por favor, Doña Amparo.

CONTINUARA...

Editado 21 jul 2009 por ohana

[Andrei. 1]

Ahi noo.. no quiero que pase algo malo. Estan enamorados.

Me gusto mucho el capi.. ya quiero ver más.

[Class 0]

Pff, espero más. Esta fenomenal, no puedo aguantar sin capi.

Porfa, sigue, sigue! Espero impaciente. ;]

[Diablilla 5]

Que buena la histo ohana,que no les pase nada,se quieren mucho

Quiero capiii yaaaaaa

[Doll 0]

Otra historia fantástica, Ohana ^^ Espero que Doña Amparo no les separe... Siempre tiene que haber una mala en las historias... y más en las historias de amor.

Continua pronto ^^

[Heather 0]

Parece una telenovela xDD. Me gustó mucho, espero que puedan ser feclices.

[ohana 0]

Perdón por no contestar antes, pero con eso de que 3 primos se graduaron he andado de un lado para otro

Muchas gracias por sus comentarios, y recuerden que al ser historias cortas, pues como que las cosas van un poquito rápido, lo sigo especialmente porque en este capi pasarán muuuuchas cosas, y si no se quieren perder de nada, pues léanlo con atención

Besos.

-Ya me imagino cuál es el motivo de su visita, Señora. A sus oídos habrán llegado rumores de lo de... Matilde.

-Exacto, me alegra de que lo haya adivinado. Espero pues que me comprenda, eso tiene que terminar inmediatamente. ¡Sería una locura! No estaría ni medio bien que un Del Moral... ¡Vamos, usted entiende!

Matilde, que salía de la habitación contigua, pudo oír perfectamente.

-Usted cuide de hacérselo comprender a su hija, y yo, a mi hijo.

-¿Será posible? – la muchacha estaba estupefacta - ¡Jamás lo había creído!

A la mañana siguiente, Adrián fue a visitar a Matilde.

-Tu mamá estuvo aquí, vino a hablar con mi madre.

-¿Cómo?

-¿De verdad no sabes nada?

-Explícate, Matilde...

-Sí, vino con su ultimátum.

-¡Ultimátum! ¿De qué estás hablándome?

-Lo nuestro debe terminar, Adrián.

-¡¿Qué dices?!

-Ella, tu mamá se opone... está enterada.

-¡Qué desgraciada soy!

-Calla, mi vida, no llores...

-Mamá comprenderá, yo le haré comprender.

-Te equivocas Adrián. Desgraciadamente ella no entiende… ¿No te has dado cuenta aún de la diferencia que nos separa?

-¡Por Dios, Matilde, no te dejes ganar por el desaliento! ¡Ten fe en mí!

Y sus labios se fundieron en un beso, desesperado de náufragos... porque eran eso, náufragos de su propio amor. Inseguros de sí mismos, ansiosos de dicha; dos almas que fatalmente, por mandato del destino, habrían de sacrificarse.

Adrián no se anduvo con rodeos, exigió de su madre la justificación adecuada.

-¡Lo que hiciste hoy es incalificable, mamá! ¿Acaso es un delito querer a Matilde? ¡Responde mamá!

-No, no lo es, pero... ¿has perdido el juicio? tú uno Del Moral enamorado de la hija de la portera. ¡Serás el hazmerreír de nuestras amistades!

-¡Me tiene sin cuidado! ¡En mis asuntos no mandas tú, manda mi corazón!

-Dejemos esto, no me siento bien.

-¿Qué tienes? ¡Espera un momento, voy por tus pastillas!

A partir del disgusto de Cuernavaca, Matilde empezó a notar grandes pausas o ausencias en Adrián.

-Tampoco hoy vino a verme ¿me estará olvidando?

Así era, en la colisión de derechos y deberes entre Doña Amparo y ella, triunfaría la más fuerte.

Pero faltaba lo peor, el más amargo trago que le llegó en forma de noticia. El periódico anunciaba llamativamente en la sección de Sociales, lo siguiente: "SE ANUNCIA PARA MUY PRONTO EL ENLACE NUPCIAL DEL DOCTOR ADRIAN DEL MORAL Y LA BELLA SEÑORITA ANGELA MONTEMAYOR, AMBOS DE CONOCIDAS FAMILIAS DE LA BUENA SOCIEDAD CAPITALINA".

Matilde se encerró en su cuarto a llorar desesperadamente.

-¡Adrián y Ángela!... ¡Me engañó, me entretuvo con sus dulces mentiras.. Haciéndome creer que me amaba!

-¡Dios mío, concédeme valor y ánimo para callar, para sufrir...!

-¡Para que Adrián no sepa nunca que estoy esperando un hijo suyo!

Su fracaso sentimental determinó en Matilde y su madre algo así como una huida.

Siendo originarias del estado de Puebla, se refugiaron en una pequeña casa de unos amigos que tenían del mismo lugar...

Y allí dio comienzo para la joven una nueva vida de resignación y olvido.

Al cabo de un tiempo Matilde dio a luz a una hermosa niña...

La criatura le devolvió súbitamente la alegría de vivir.

-¿Qué dice mi niña preciosa?... ¿Nada? ¿No le dices nada a tu mamá?

Pero el recuerdo punzante volvía a herirla.

-¡Tú eres una Del Moral! y alguna vez, no sé cuándo, se abrirá paso a esa verdad.

Entre tanto, Adrián y su esposa Ángela, se habían instalado en un departamento de la casa del paseo de la Reforma.

-Viviremos aquí.

-Me parece bien.

-¿No se te ocurre ningún otro comentario? No entiendo como eres, Ángela, todo lo apruebas sin contradecir.

Lo que sucedía es que ella se casó sin amor, lo mismo que él. Adrián pensaba en otras cosas, una de ellas... Matilde.

Pero así como Adrián aceptó los hechos, Ángela no.

-Por favor, amor mío. Sobradamente te consta que sólo he querido a un hombre... a ti.

-¡Y te casaste con otro!

-No me culpes de ello... culpa a mis padres.

-¡Los odio! ¡Odio a todo el mundo!

-¿Qué será de nosotros? ¡Le perteneces a él que tampoco te quiere, que no te hará feliz!

-Lo sé, Adrián es tan infeliz como yo, lo adivino en sus ojos cuando me miran, en sus labios cuando me besan… ¡No me ama!

-¡Vayámonos a cualquier lugar del mundo, donde podamos amarnos sin escondernos de nadie!

-¡Qué ingenuo eres Raúl! ¡Ésa no es la solución!... por el momento no existe ninguna debemos esperar.

-¿Hasta cuándo? ¿A qué?

-No lo sé, en cualquier momento llegará el día.

No, Adrián Tampoco era feliz y sucedió lo inevitable. Se lo echó en cara a su madre.

-Recuérdalo, tú me obligaste a este matrimonio de conveniencia para alargar tu vanidad, para aparentar con una de las familias más rancias de México. Ni siquiera me diste el derecho a quejarme.

-¿Habrías preferido a la otra?

-¡Sin duda alguna hubiera preferido a Matilde! ¡Ella y no Ángela, era la elegida de mi corazón! ¡Te obedecí y me equivoqué mamá!

-Yo sólo buscaba tu felicidad

-¿Segura? ya ves, incluso sé con certeza que Ángela no me dará tampoco lo que todo hombre anhela...

-¡Un hijo, mamá! ¡Un hijo! ¿Sabes lo que eso significa?..... ¡Ángela es estéril, te lo digo como médico!

Doña Amparo quedó muy pensativa después de todo lo que le dijo su hijo.

-Pobre hijo mío, quizás tiene razón.

Y la anciana empezó a buscar la salida de aquella al parecer insoluble situación.

-Un hijo.... ¿y si yo le propusiera...? ¿Por qué no? Ellos podrían adoptarlo... ¡niño o niña!...

-¿Qué mas da? Con el tiempo lo querrían como propio y probablemente la felicidad los uniría para siempre ¡eso es! se lo aconsejaré a Ángela.

Doña Amparo se apresuró a sugerírselo a su nuera.

-Sí, hija; creo que a los dos les conviene adoptar un hijo.

-¿Fue idea de mi marido?

-No, pero no dudo que él sería dichoso. Lo conozco bien y se qué en el hogar de ustedes hace falta la risa y el llanto de una criatura. ¿Tú qué opinas?

-Quizás... En todo caso, lo hablaré con Adrián, lo pensaremos detenidamente.

Transcurridos algunos días, el matrimonio decidió en firme.

-Su petición será estudiada.

-Entonces... ¿es que debemos esperar?

-Desde luego, Señor. Toda solicitud antes de resolverse, lleva inexcusablemente un periodo de investigación. Comprendan se trata de saber con qué medios cuentan los padres adoptivos.

C O N T I N U A R Á . .

[Andrei. 1]

No no no porque se casó con esa tipa.. odio a los padres.

No pueden adoptar un niño, no. Esta Matilde ya tiene una hija.

Quiero ver más.

[Doll 0]

Ostras, ostras, ostras. Si que han pasado cosas sí. ¡Mare mía Matilde a tenido una niña! Odio a Angela y odio a Doña Amparo Pobre Matilde... si supiera Adrián que tiene una hija con Matilde... las cosas cambiarian mucho.

Espero que continues y pronto, porque nos has dejado a todos con la boca abierta